La nueva novela de María Dueñas, nos saca del polvo del olvido para llevarnos de la mano —y sin anestesia— a una Argelia colonial que ya no existe, pero cuya historia sigue retumbando. Aquí no hay damiselas en apuros ni héroes con capa; hay una mujer que se inventa a sí misma desde las cenizas.
“Por si un día volvemos” arranca en los años 20, cuando una adolescente española, perseguida por una culpa que no se explica pero que la arrastra como una corriente furiosa, cruza el Mediterráneo y desembarca en Orán. Aparenta buscar fortuna como tantos otros migrantes, pero lo suyo es fuga. Fuga de una vida que no se nombra. Adopta el nombre de Cecilia Belmonte y, desde ese momento, empieza el viaje interno y externo de una superviviente. Sin idioma, sin contactos y sin un centavo, se lanza a sobrevivir a fuerza de agallas y trabajos de los que revientan la espalda: lava ropa, cuida partos, se parte el alma en una fábrica de tabaco… hasta que una noche la desgracia le pone un precio: su libertad a cambio de callar.
Pero Cecilia no es de las que se quedan quietas. Con una entereza que raya en la obstinación, consigue romper sus propias cadenas y reinventarse. De la miseria pasa a montar su propio negocio y hacerse un lugar en una tierra que no la quería, en medio de una sociedad atravesada por el colonialismo francés, la desigualdad, la guerra y el exilio. Orán no es solo un escenario; es otro personaje, ruidoso, multicultural, hostil y fascinante. María Dueñas reconstruye sus calles, su industria jabonera, sus tensiones raciales y políticas con un pulso narrativo ágil y sin pesadeces.
“Por si un día volvemos” cubre tres décadas intensas: desde los años veinte, pasando por la Segunda Guerra Mundial —cuando Argelia se convierte en tablero de ajedrez militar—, hasta la Guerra de Independencia, que acabará en 1962 con un país herido y el éxodo de miles de europeos, incluidos los pieds-noirs españoles, esos migrantes sin patria que se vieron obligados a dejarlo todo. Cecilia, como tantos otros, no solo sobrevive a los vaivenes históricos, sino que encuentra en ellos la materia prima de su transformación.
“Por si un día volvemos” no es un folletín sentimental, aunque haya amores y desamores, matrimonios, pérdidas y reencuentros. Aquí lo que importa es la resiliencia: cómo una mujer sin nada logra construirlo todo. Y no desde la idealización, sino desde el barro, el miedo, la soledad y el cansancio. María Dueñas no se anda con rodeos ni dulcifica la dureza del camino. Cecilia cae, se ensucia, pierde y se levanta.
Al final, “Por si un día volvemos” no es solo la historia de una mujer, sino la memoria de un grupo de exiliados invisibles, arrancados de España por necesidad o desesperación, que fueron a dar con sus huesos a una tierra ajena que, sin quererlo, también hicieron suya. Una novela que huele a sal, a sudor, a jabón y a pólvora. Una historia que honra la valentía de empezar de cero cuando todo parece perdido.
María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964) es doctora en Filología Inglesa. Irrumpe en el mundo de la literatura en 2009 con El tiempo entre costuras, la novela que se convirtió en un fenómeno editorial. Sus obras posteriores, Misión Olvido (2012), La Templanza (2015), Las hijas del Capitán (2018) y Sira (2021), continuaron cautivando por igual a los lectores y a la crítica. Traducida a más de treinta y cinco lenguas y con millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Por si un día volvemos es su sexta novela. PdC.
Escrito por B. Del Ángel.