¿Cómo sobrevivir a los excesos que cometemos en Navidad y Año Nuevo? es la pregunta que todos nos hacemos, porque a decir verdad no queremos perdernos de ninguno de los exquisitos platillos ni bebidas que se preparan especialmente en estas fechas, pero no solo eso, tampoco queremos terminar con kilos de más porque después bajarlos es todo un lío.
Y aunque uno se proponga no comer esas ricuras, resulta casi inevitable no sucumbir a la tentación que representa los aperitivos, a las clásicas ensaladas aderezadas con crema, al suculento pavo relleno, a los romeritos, al bacalao o una bandeja repleta de pasteles y postres.
Entonces, ¿qué debemos hacer para no lamentarnos de las comidas navideñas cuando observemos cambios en nuestra silueta? ¿Cómo sobrevivir a este periodo de fiestas?
Para empezar, dicen los expertos, ser cuidadosos con las cantidades, no abusar, servir raciones pequeñas y ser selectivos nos permitirá disfrutar de todas las comidas sin arrepentirnos después.
Cuando el abanico de productos a escoger es abundante, la clave está en limitar las raciones, escoger lo que más nos guste y olvidar el resto.
Mercé Gonzalo, diplomada en Nutrición Humana y Dietética, del CanalSalud de Mapfre sugiere considerar estos consejos:
*Atención a las cantidades, pues todo depende de la dosis ya que el gran problema es la cantidad pues consumimos alimentos calóricos en grandes cantidades.
La clave es no repetir ni picar, sino controlar las cantidades y no comer mucho más que en una comida habitual.
*Escoger lo que más nos gusta y descartar el resto. Aprender a elegir lo que más deseamos, limitar nuestra ingesta a dos o tres opciones y olvidar el resto.
*Las bebidas, a excepción del agua, proporcionan una gran cantidad de calorías que, además, tomamos casi sin darnos cuenta. Es necesario controlar la cantidad que tomamos, especialmente si se trata de bebidas alcohólicas, procurar saciar la sed con agua y utilizar el vino como acompañante.
*Elaborar comidas menos calóricas. Si está en nuestras manos la elaboración de la cena de Nochebuena o la comida de Navidad, podemos optar por preparar un menú menos energético.
*Elegir los platos menos grasos y descartar los dulces, procurar primero los platos con vegetales, evitar las frituras y las salsas, escoger un buen pescado al horno o a la plancha antes que un estofado o una carne grasa en salsa, sustituir los dulces por una fruta y controlar la bebida.
*Realizar actividad física. Si habitualmente realizamos deporte, durante este periodo de celebraciones es aconsejable que busquemos el tiempo para seguirlo haciendo. Si normalmente no lo hacemos es bueno que no esperemos a año nuevo para proponérnoslo, mejor empecemos a realizarlo antes.
*Comer lentamente, saborear cada bocado, no dejarse llevar por la gula y saber decir basta ayudarán a luchar contra la tentación. Además, podemos retirar los dulces para seguir charlando tranquilamente o salir a dar un paseo para digerir mejor la comida.
En resumen, para sobrevivir a las grandes comilonas en estas celebraciones de diciembre y Año Nuevo, mantener nuestra salud y disfrutar, la clave es controlar las cantidades, escoger lo que más nos gusta, saborear cada bocado y no dejarse llevar por la gula.
Realizar actividad física, para mantenernos en forma y para compensar el incremento de calorías consumidas; además de no abusar de las bebidas alcohólicas y azucaradas. PdC.
Foto de Nicole Michalou.