No queremos ser dramáticos ni amarillistas, pero en el tema del agua estamos en un punto más que crítico. Nunca como antes se había anunciado una escasez del líquido casi generalizada en el país, 50.16 por ciento tiene condiciones de sequía.
Es cierto, cada año hay una temporada de estiaje, pero estaba muy focalizada, en el caso de la CDMX solo en algunas alcaldías, ahora el problema es tal que será en casi toda la ciudad.
Lo preocupante es que las lluvias no están siendo suficientes para recargar las presas, a tal punto que en recientes días se anunció el bombardeo de las nubes con cloruro de yodo para provocar precipitaciones pluviales y poder abastecer los sistemas.
Y es que de verdad, necesitamos hacer un uso más que eficiente del agua, porque como ya lo hemos dicho antes, dependemos de ella para vivir.
Por ejemplo, para la producción de alimentos el agua es uno de los recursos más importantes; sin ella y sin ellos, no tendríamos que comer porque si o si se requiere el líquido para la producción del maíz, del trigo, de la carne, de frutas…de todo lo que llevamos a la mesa a la hora de alimentarnos.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en promedio se destina el 70 por ciento del agua que se extrae a nivel mundial para la agricultura y más de 330 millones de hectáreas cuentan con instalaciones de riego.
La agricultura de regadío representa el 20 por ciento del total de la superficie cultivada y aporta el 40 por ciento de la producción total de alimentos en el mundo.
A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, dos mil 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable.
Por ello hay que insistir en que, el tener conciencia sobre el aprovechamiento del agua debe ser todos los días y cada que se abra la llave del agua: al momento de bañarnos, para lavarnos los dientes, para lavar la ropa, los trastes; para cada acción en la que necesitemos el agua, que es todo…
Sin agua no sería posible ni la agricultura, ganadería y mucho menos la pesca. Por lo que este insumo es esencial para la vida misma y el trabajo, refiere la Secretaría.
Y es que a fin de mitigar los efectos de la sequía en la agricultura y ganadería, en 2022 se estimuló la lluvia en Baja California, Sonora, Tamaulipas y Sinaloa, Región Lagunera y Chihuahua; y en este año, 2023, se hará lo mismo, de hecho ya se trabaja en la parte norte del país y se encuentran operando en Baja California.
Insistimos, no queremos ser amarillistas, pero es tal la crisis de agua que hace unos días el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, anunció el bombardeo de nubes del Valle de México para provocar las lluvias y así poder abastecer al Sistema Cutzamala que surte a la CDMX.
Las condiciones de humedad y nubosidad que se tienen en el área del Cutzamala son buenas, comentó el titular de la Sedeña, por eso se prevé que los bombardeos de nubes comiencen antes de que termine marzo, durante abril y mayo.
Con ello se espera que llueva y las presas de este sistema se recarguen con agua suficiente para abastecer a la Ciudad de México y hacer frente a la crisis del líquido que se estima sea largo y severo.
Y de verdad, cada que abramos la llave del agua pensemos si será la última gota, hagamos un uso eficiente del agua. PdC.
Foto de Arnie Watkins.
