Al Paciente con Amor

El cáncer de colon es uno de los más frecuentes

El cáncer de colon y recto es uno de los más frecuentes. Representa aproximadamente 10 por ciento, tanto de los casos como de la mortalidad por cáncer. Afecta casi con la misma frecuencia a mujeres y hombres.

Este tipo de cáncer se origina en el intestino grueso, en los segmentos conocidos como colon ascendente, transverso y descendente, y el recto en la porción final.

Se inicia en la mayoría de los casos de pólipos, que son formaciones verrucosas en la mucosa, refiere el oncólogo médico Juan W. Zinser, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Los pólipos en esta región anatómica son de las lesiones con mayor riesgo de malignizarse. Por fortuna su crecimiento es lento, lo que permite la oportunidad de detectarlos oportunamente, ya sea antes de transformarse en cáncer o cuando este aún está localizado.

Se trata de uno de los de mayor tendencia hereditaria, siendo una de las razones la poliposis familiar, aunque también existen casos de cáncer de colon familiar no asociados a pólipos o a los llamados pólipos planos, principalmente los que se encuentran en el colon derecho o ascendente.

En ambas situaciones, cuando existe el antecedente, las medidas de detección temprana, principalmente sangre oculta en heces y colonoscopia, son de gran utilidad y representan una extraordinaria oportunidad de prevenir la aparición del cáncer extirpando pólipos en etapa premaligna, o de diagnosticarlo tempranamente, inclusive antes de salir del pólipo.

No solo las posibilidades de curación son mejores, también el tratamiento puede ser menos complicado, con menores efectos secundarios y costos, precisa el experto.

Sobre el tema de la prevención, Zinser aclara que durante largo tiempo se pensó que la fibra en la dieta jugaba un importante papel protector.

Al respecto se ha encontrado que su efecto no es lo que se pensaba, sin que ello signifique que una dieta rica en fibra carezca de gran valor en la salud integral y deba incluirse como una práctica saludable desde el punto de vista metabólico y cardiovascular.

Hay que crear conciencia en la población de que este es uno de los tumores más frecuentes, con una gran ventana de oportunidad para prevenirlo o detectarlo tempranamente.

Y aun en los casos diagnosticados en etapas más avanzadas, informar sobre el progreso que existe en el tratamiento gracias a los múltiples medicamentos desarrollados (quimioterapia, inhibidores de la formación de vasos sanguíneos, anticuerpos contra receptores de factores de crecimiento, inmunoterapia, etcétera), que inclusive han permitido individualizar mejor la selección terapéutica en cada paciente. PdC.

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