Diarrea, evacuaciones con sangrado y dolor abdominal, son los síntomas comunes de la enfermedad inflamatoria intestinal, un padecimiento autoinmune que se caracteriza por estos signos y por la sensación de continuar evacuando o pérdida de peso.
Los expertos recomiendan dejar de fumar ya que provoca el desarrollo del padecimiento, incluso puede interferir con la respuesta del tratamiento.
Mediante estudios de laboratorio como la colonoscopia o endoscopia, rayos X y la enteroresonancia, los especialistas revisan la estructura del intestino grueso para diagnosticar esta afección la cual presenta variantes como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa crónica inespecífica (CUCI), las más frecuentes.
Antecedentes familiares
La mayoría de quienes padecen estas enfermedades fuman y tienen antecedentes familiares directos -padre, hermano o primo- con alguna patología inflamatoria o autoinmune como Lupus, Sjögren o diabetes tipo 1.
Los síntomas se intensifican ante la presencia de infecciones virales, bacterianas, parasitarias, exposición a ciertos productos químicos, cambio de temperatura o algún factor ambiental. Afecta por igual a mujeres que a hombres y con mayor frecuencia entre los 18 y 25 años y entre 60 y 75 años.
A diferencia de otros padecimientos gastrointestinales, existe la posibilidad de que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal no respondan al tratamiento; la inflamación persiste por más de 30 días o los síntomas son recurrentes después de que concluye el tratamiento.
Las personas diagnosticadas con enfermedad de Crohn –que afecta la boca del estómago, el intestino delgado, el estómago y el ano- o de CUCI severo –con daño al intestino grueso- que no responden al tratamiento, pueden sufrir complicaciones como perforación intestinal o sangrado masivo, que causan la muerte.
Es importante poner atención a los síntomas, que en ocasiones se pueden confundir con un cuadro de intestino irritable o colitis infecciosa. Entre tres y seis meses después presentan sangrado digestivo y en algunos casos hay pacientes que pueden iniciar con sangrado masivo.
Una vez que se manifiesta la enfermedad, es incurable, solo existen tratamientos que pueden disminuir la sintomatología. PdC.
Con información de la Secretaría de Salud.