Quién pensaría que “Don Goyo” se iba a convertir en una fuente de lucro. Pues sí, las cenizas que a diario exhala el volcán Popocatépetl se empiezan a cotizar como el mismísimo dólar. Ahora resulta que las cenizas tienen múltiples beneficios, hasta para el “mal de ojo”.
Y es que por la “web” se comienza a comercializar ya sea para abono de plantas y cultivos, así como para exfoliarte con ella o hacerte una mascarilla.
Lo cierto es que por los minerales que contiene, entre otros nutrientes y propiedades, la ceniza volcánica puede ser usada para la agricultura, la construcción y se dice que hasta como producto de belleza.
En la agricultura, la ceniza volcánica se destaca por su riqueza en nutrientes y minerales esenciales para el crecimiento de las plantas.
Su contenido de hierro, potasio, fósforo, calcio y magnesio la convierte en un valioso fertilizante natural. Además, mejora la calidad del suelo al aumentar su capacidad de retención de agua, regular el pH y proporcionar nutrientes adicionales.
Asimismo, la ceniza volcánica cuenta con propiedades antifúngicas, lo que ayuda a controlar enfermedades que afectan a las plantas.
Aunque otras fuentes de información refieren que éstas pueden perjudicar las actividades agropecuarias en varias formas.
Los cultivos y actividades ganaderas pueden verse afectadas dependiendo, entre otros factores, del espesor de la capa de cenizas depositada, el tipo y condiciones de crecimiento del cultivo, la existencia de ácido fluorhídrico (HF) soluble en las cenizas y el tiempo e intensidad de las lluvias posteriores a la erupción.
Si la ceniza contiene HF, el ganado puede intoxicarse e incluso morir al ingerir la vegetación contaminada, o bien, morir de hambre si la vegetación fue sepultada por la ceniza o eventualmente por la propia ingesta de la ceniza.
A su vez, la exposición del ganado a un ambiente con presencia de ceniza, puede generar ceguera en los animales. La ingesta de agua contaminada también es factor de mortandad.
La maquinaria agrícola también puede sufrir daños en virtud de las propiedades abrasivas de la ceniza, afectando particularmente motores y circuitos eléctricos.
Si esto puede provocar en las plantas, animales y maquinaria, entonces nos preguntamos ¿usar las cenizas a manera de producto cosmético, no será riesgoso, sobre todo si se hace de manera directa?
Porque eso de restregarse la ceniza o aplicarse a manera de mascarilla y mantenerla sobre la piel del rostro durante minutos, ¿no será irritante? Recordemos que éstas son fragmentos de roca, minerales y vidrio volcánico.
Son abrasivas, no se disuelven en agua y pueden contener gases volcánicos, con olor a azufre. Algunas tienen tamaños similares a la arena, y otras pueden ser tan finas como el talco.
Tan solo puede ocasionar efectos adversos para la salud. Uno de los más comunes es la irritación de las vías aéreas superiores, acompañada de dolor de garganta y tos seca.
La gente con problemas respiratorios previos puede presentar síntomas severos de bronquitis que duran varios días luego de la exposición; irritación de las vías respiratorias en personas asmáticas o con bronquitis y respiración incómoda.
Dado que la ceniza es abrasiva, puede causar irritación ocular. Los efectos varían desde leves molestias en los ojos hasta abrasiones en la córnea y conjuntivitis.
Dado los minerales, gases y demás sustancias que contienen las cenizas volcánicas, es importante tomar con reserva su uso si se usa de manera directa, es decir que no haya pasado antes por algún proceso.
Si persistes con la idea de conocer sus beneficios, te platicamos que ya hay jabones y exfoliantes que ya pasaron por un debido tratamiento para recuperar las propiedades de la ceniza en pro de la belleza.
Muchos de estos productos se encuentran disponibles en las tiendas departamentales, así que si buscas experimentar con productos a base de cenizas de volcán, asegúrate que no hay riesgos para tu piel. PdC.
Con información de: argentina.gob.ar y prosostenible.es
