Haga calor o no, nuestro cuerpo siempre debe mantenerse hidratado, ¡claro! sobre todo en temporadas en que las temperaturas son muy altas. Pero la pregunta es, cuántos litros son los correctos. En este punto hay quien dice que dos litros, otros, que tres. Veamos qué dicen los expertos.
Las recomendaciones han ido variando a lo largo de los años: 1,5 litros de agua al día, 2 litros de agua al día, de cuatro a seis vasos diarios, ocho vasos diarios…
La diplomada en Nutrición Humana y Dietética Mónica Carreira, quien escribe en CanalSALUD, refiere que la cantidad a beber de agua depende de muchos factores: edad de la persona, envergadura, de si la persona es físicamente activa o sedentaria, época del año, temperatura y humedad del lugar donde se vive…
No existe una única fórmula para todos y para poder conocer cuánta agua se necesita, debe adaptarse a las necesidades individuales, pero cabe recordar que dejar que la sensación de sed sea la mejor guía para la mayoría de las personas saludables.
Pero ¿por qué es importante hidratarse?
La especialista explica que el agua es un verdadero nutriente y el componente mayoritario del cuerpo humano. Está involucrada en numerosas funciones del organismo.
Es el medio en el que tienen lugar todas las reacciones químicas del cuerpo, actúa como transportador de nutrientes y como vehículo para eliminar productos de desecho, lubrica y proporciona soporte estructural a tejidos y articulaciones, y tiene un papel fundamental en la regulación de la temperatura corporal.
Dada su importancia para el cuerpo humano, volvemos a la pregunta inicial ¿cuánta agua es recomendable beber?
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indica que la cantidad de agua aconsejada debe realizarse de manera individualizada, pero aporta unos valores de referencia aconsejada según la edad:
*Mujeres adultas: 2 litros de agua al día.
*Mujeres embarazadas: 2,3 litros de agua día.
*Mujeres lactantes: 2,4-2,6 litros de agua día.
*Hombres adultos: 2,5 litros de agua al día.
*Niñas/niños:
De 2-3 años: 1,3 litros de agua al día.
De 4-8 años: 1,6 litros de agua al día.
Niñas de 9-13 años: 1,9 litros de agua al día.
Niños de 9-13 años: 2,1 litros de agua al día.
Niños/as mayores de 14 años: misma cantidad que los adultos.
Estas recomendaciones sólo son aplicables en condiciones de temperatura ambiental moderada y niveles moderados de actividad física.
En situaciones de temperaturas elevadas, como ocurre en los meses de verano, se recomienda beber medio litro de agua por cada grado de temperatura cuando se superan los 38ºC.
Es por ello que fácilmente, en los adultos, se beberá de 3 a 3,5 litros de agua al día.
Estas cantidades son para personas que tienen actividades normales, es decir sin mucha actividad, porque quienes practican algún deporte o tienen actividades físicas intensas, la cantidad será diferente.
La especialista explica que en caso de realizar actividad física intensa y más aún en condiciones de temperatura elevada, la pérdida de agua producida será mucho mayor.
Ya que durante el ejercicio físico cerca del 75 por ciento de la energía empleada se disipa en forma de calor y, gracias a la evaporación del sudor a través de la piel, el cuerpo es capaz de mantener la actividad muscular sin una elevación excesiva de la temperatura corporal.
Por ello es muy importante reponer el líquido perdido en cantidades apropiadas en función de la duración e intensidad del mismo, no solo con agua sino también con electrolitos para evitar alteraciones osmolares, no hacerlo puede tener importantes consecuencias para la salud.
En general, deben tenerse en cuenta una adecuada hidratación el día antes de un ejercicio de alta intensidad, beber durante la actividad y posteriormente al ejercicio en las cantidades adecuadas según el tipo de actividad física realizada.
Vómitos o diarreas
No debe olvidarse que en situaciones de vómito o diarrea la deshidratación es mayor, por ello es importante beber más cantidad de agua, en pequeños volúmenes a lo largo del día, para una mejor tolerancia y un aporte constante de líquidos.
Si la diarrea o los vómitos son intensos deberá realizarse una hidratación con suero fisiológico, una vez tolerados, iniciar la pauta de hidratación solo con agua y posteriormente con alimentos. También cuando se sufren enfermedades como bronquitis, cistitis… existe una mayor deshidratación
Fiebre
La fiebre es un síntoma de muchas infecciones o dolencias y provoca el aumento de la temperatura corporal. Con el cuerpo más caliente aumenta la pérdida de agua a través de la piel como mecanismo para regular la temperatura corporal, por ello es necesario aumentar el aporte de líquidos.
Niños y ancianos
Los niños y los ancianos tienen menor sensación de sed, ya sea por estar distraídos jugando o por el propio paso de la edad o deterioro cognitivo, es importante ofrecerles agua a lo largo del día para una correcta hidratación.
La especialista en nutrición pediátrica y deportiva comenta que una forma de saber si estamos bien hidratados es con el color de la orina; cuanto más claro es el color, mejor hidratación.
Si el color de la orina es amarillo oscuro debemos beber agua, si es clarito casi transparente la hidratación será adecuada.
Así que al ir al baño observemos el color de nuestra orina, la que nos indicará si hemos tomado la suficiente agua para estar bien hidratados. PdC.
Foto de Adrienn.