CDMX, Septiembre 16/23.- Si queremos preservar la vida e impedir la incidencia de cáncer en la piel debemos continuar con la protección de la capa de ozono, la cual se ha logrado su “cicatrización” gracias a la adopción del Protocolo de Montreal y a la reducción de compuestos como fluoro y bromo carbonados usados en los refrigeradores.
Aún no es tiempo de cantar victoria, pues como dice el investigador del Grupo de Aerosoles Atmosféricos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, Oscar Augusto Peralta Rosales, las acciones para su protección deben continuar.
Y es que debes saber hace 36 años se adoptó el Protocolo de Montreal, uno de los acuerdos medioambientales más importantes para la humanidad, con lo que se ha logrado reparar la tan maltrecha capa de ozono.
“Cuando se descubrió que los compuestos fluoro y bromo carbonados utilizados en los refrigeradores desde los años 50 eran muy reactivos con el ozono, comenzaron a haber protocolos y programas para reducir su producción y consumo, eso ha permitido que el agujero de ozono que está en la estratosfera no crezca más, se ha mantenido ‘estacionado’”.
El experto explica que existe una nueva generación de refrigerantes y propelentes que son parecidos y se usan demasiado en botes de aerosol, tanto para el cabello como para pinturas, por lo que disminuir su empleo es aminorar la producción y así evitar que ascienda a la atmósfera y la perjudique.
“Reducir ese consumo es importante, también el uso del automóvil porque genera óxido de nitrógeno, que eventualmente en algunos casos puede ascender y contribuir a atacar la capa de ozono en la estratosfera, además de tratar de adquirir lo menos posible productos que contengan bromuros, como pinturas, esmaltes que son muy agresivos con el ozono”.
Capa invisible…
De acuerdo con Peralta Rosales se le denomina capa, pero está distribuida en un espesor de 10 kilómetros; es invisible, son moléculas móviles que suben y bajan, que no corresponden exactamente a un techo preciso con una altura definida.
Sabemos que está a una altura de 15 a 35 kilómetros por encima de superficie: es la capa de ozono e impide que se destruya la vida.
Se trata de un escudo de gas situado en la atmósfera de la Tierra que absorbe los rayos ultravioleta (UV) del Sol.
“Hay una cobertura de ozono en la estratosfera del planeta; es muy importante porque reacciona con la luz ultravioleta de alta energía que es UVC (UV de onda corta) y UVB (UV de onda media).
Al reaccionar con esta luz impide que cruce a capas inferiores de la atmósfera y de la superficie, la importancia de esto es porque la UVC y UVB son dañinas para los seres vivos”.
El hecho de que el ozono esté ahí y responda con los rayos ultravioleta, añade, impide por ejemplo que haya incidencia de cáncer, que diversas células mueran, porque existen microrganismos que no resisten la radiación solar.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, gracias al Protocolo de Montreal, existen pruebas de que la capa de ozono “cicatriza” y podrá recuperarse a mediados de este siglo.
Se espera que el agujero de ozono de la Antártida se cierre en la década de 2060, mientras que otras regiones volverán a los valores anteriores a 1980, incluso antes de esa fecha.
Asimismo, el organismo de la ONU indica que los esfuerzos de protección habrán ayudado a prevenir dos millones de casos de cáncer de piel a nivel mundial cada año hasta 2030. PdC.