CDMX, Septiembre 20/23.- Las mujeres embarazadas, personas con comorbilidades e infantes menores de cinco años, tienen más riegos de complicaciones por dengue; así también, la automedicación puede intensificar síntomas como fiebre, náuseas o vómito, ronchas, dolor muscular, de articulaciones, de cabeza o parte posterior de los ojos.
El dengue es la principal enfermedad transmitida por vector en México, en este caso, por picadura del mosquito hembra de la especie Aedes aegypti, el cual a su vez se infecta tras picar a una persona contagiada que cursa el periodo febril.
Para evitar o reducir la posibilidad de que una persona infectada sufra complicaciones, se debe evitar la automedicación y solicitar atención médica inmediata ante la aparición de signos y síntomas, especialmente si se trata de personas embarazadas, con comorbilidades o niñas y niños menores de cinco años.
El periodo de incubación tras la picadura del mosquito oscila entre cinco y siete días. Después de este tiempo, inician los síntomas de la enfermedad, la cual puede transcurrir en tres fases, refiere el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave), a través del Aviso Epidemiológico elaborado por la Dirección General de Epidemiología (DGE).
Las tres fases…
La primera es conocida como fase febril y se caracteriza por temperatura mayor a los 38°C; habitualmente se presenta con dolor de cabeza, vómito y dolores musculares y de articulaciones. Dura entre tres y siete días, después de los cuales el paciente se puede recuperar sin presentar complicaciones.
Hacia la parte final de la fase febril algunos pacientes pueden presentar signos de alarma que incluyen vómitos persistentes, dolor abdominal intenso, hinchazón abdominal, sangrado, dificultades respiratorias y letargo.
La segunda fase se conoce como crítica y ocurre al término de la fiebre; generalmente dura de 24 a 48 horas.
La mayoría de los pacientes mejora; no obstante, en algunos casos, en unas horas puede presentar dificultades para respirar, acompañadas por dolor torácico y tos; hinchazón de piernas y/o brazos, descenso abrupto de la presión arterial después de estar de pie por periodos de tiempo prolongados y sangrados severos.
Estos síntomas por lo general disminuyen en la tercera fase, conocida como de convalecencia, que se caracteriza por normalización gradual de la presión arterial, así como disminución de la hinchazón abdominal y de las extremidades, la cual fue causada por del aumento del flujo urinario.
La Secretaría de Salud sugiere acudir a la unidad médica más cercana en caso de presentar dos o más de los siguientes síntomas: fiebre, náuseas o vómito, ronchas, dolor muscular o de articulaciones, de cabeza o de la parte posterior de los ojos; moretones o erupciones cutáneas.
En menores de cinco años la fiebre es un criterio suficiente para solicitar atención médica.
Síntomas de una probable presencia de un cuadro de dengue que se puede complicar:
*Dolor abdominal intenso y continúo.
*Vómito persistente.
*Acumulación de líquidos.
*Sangrado de mucosas, particularmente nasal o de las encías.
*Letargo o irritabilidad.
*Presión arterial baja al ponerse de pie.
*Taquicardia.
*Extremidades frías o pulso débil o indetectable.
Algunas precauciones para evitar ser picado por este mosquito son:
*No dormir a la intemperie y permanecer dentro de las viviendas al anochecer y al amanecer.
*Usar manga y pantalones largos.
*Aplicarse repelente de insectos, utilizar telas mosquiteras sobre puertas y ventanas, usar pabellón para cama al dormir, y eliminar o al menos tapar los recipientes que acumulan agua, ya que pueden convertirse en criadero de mosquitos en sus viviendas.
El dengue tiene un comportamiento estacionario; es decir, mientras en el hemisferio sur la mayoría de los casos ocurre durante la primera mitad del año, en el norte se presentan en la segunda mitad y corresponde a los meses más cálidos y lluviosos en regiones tropicales y subtropicales del mundo. PdC.
Con información de la Secretaría de Salud.
Foto de SHVETS production.