¡Pues han llegado! Las emociones de Riley vuelven en “Intensamente 2” de Disney/Pixar. Pero, ¿podrá esta secuela redimir a Pixar después de los fallos recientes como “Lightyear” y “Strange World”? Veamos…

La historia sigue a Riley (Kensington Tallman), ahora una preadolescente, quien está disfrutando de una temporada de campeonatos de hockey con sus mejores amigas, Grace (Grace Lu) y Bree (Sumayyah Nuriddin-Green). Después de un juego, un entrenador de la escuela secundaria les ofrece una oportunidad de unirse al equipo asistiendo a un campamento de verano.

Mientras Riley vive estas experiencias, en su mente, Alegría (Amy Poehler), Tristeza (Phyllis Smith), Furia (Lewis Black), Miedo (Tony Hale) y Desagrado (Liza Lapira) manejan los controles, ayudándola a navegar la emoción del juego y la decepción del penal. Todo va bien hasta que suena la alarma de pubertad de Riley, presentándonos a nuevas emociones.

Estos nuevos recuerdos se almacenan en el sótano mental, formando una creencia cristalina: “Soy una buena amiga”. Preparándose para el campamento, la alarma de pubertad vuelve a sonar, y un nuevo panel de control aparece en la mente de Riley, trayendo consigo a Envidia (Ayo Edebiri), Aburrimiento (Adèle Exarchopoulos), Vergüenza (Paul Walter Hauser) y Ansiedad (Maya Hawke).

En el campamento, Riley descubre que Grace y Bree no irán a la misma escuela en otoño. Alegría trata de mantener el optimismo, pero Ansiedad toma el control, planeando impresionar a la capitana del equipo, Valentina (Lilimar), a cualquier costo, incluso sacrificando la amistad de Riley. Alegría intenta recuperar el control, pero Ansiedad y su equipo la encierran junto con las otras emociones en una bóveda mental.

Aunque el viaje puede sentirse repetitivo, está bien equilibrado con los intentos frenéticos de Ansiedad por hacer que Riley sea genial. La secuela maneja mejor los mundos interno y externo de Riley, asegurando que el público esté igualmente interesado en lo que ocurre fuera de su mente.

Lo positivo de “Intensamente 2” es su capacidad para conectar con preadolescentes y niños, manejando los conceptos abstractos de las emociones con la misma belleza que la primera película. La inclusión de nuevas emociones es ingeniosa y profunda, y la exploración de las creencias de Riley añade una capa fascinante a su desarrollo.

Pero no todo es lindo, hay problemas. La calidad de la animación ha decaído desde la original, con un mundo menos expansivo y una sensación de confinamiento en el cuartel general. Además, la comedia es más segura y menos inspirada que en las primeras películas de Pixar, careciendo de la chispa creativa que las hizo destacar.

¿Está Pixar de vuelta? En parte sí, pero creo, solo al 70%. Aunque “Intensamente 2” cuenta una historia directa y perspicaz, falta la excelencia de antaño, optando por algo cumplidor, simplemente “regulinchis”. Aun así, sigue siendo recomendable para padres.

“Intensamente 2” te hará reír y quizás soltar alguna lágrima. Provoca una reacción emocional más compleja en su audiencia adulta, acorde a la creciente complejidad de las emociones de Riley. Hay mucho para que los niños disfruten, pero es lo suficientemente ingeniosa para que los adultos también la aprecien. Además, la película hace esfuerzos notables hacia la diversidad, con personajes de varias razas e incluso una chica con hiyab. PdC.

Crítica de Antelmo Villa.

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