Fue una noche de sorpresas y récords inesperados.

Si alguien apostó por Anora llevándose todo, ahora es más rico o más sabio.

La película de Sean Baker, que muchos pasaron por alto en taquilla, arrasó en los Oscars con cinco estatuillas, incluyendo Mejor Película, Dirección, Guion Original, Edición y Actriz. No está mal para un filme que apenas rozó los 15 millones en taquilla.

Sean Baker hizo historia al ganar cuatro Oscars por una sola película, igualando el récord de Walt Disney. La gran perdedora de la noche fue The Brutalist, que, a pesar de sus 10 nominaciones, solo logró tres premios, aunque Adrien Brody sí hizo historia al convertirse en el primer actor en ganar dos veces en la misma categoría.

Las sorpresas no se detuvieron ahí. Paul Tazewell se convirtió en el primer hombre negro en ganar por Diseño de Vestuario gracias a Wicked, mientras que Zoe Saldaña hizo historia como la primera estadounidense de ascendencia dominicana en llevarse un Oscar por Emilia Pérez.

El cine internacional también brilló con la primera victoria de una película de Letonia, Flow, en animación, y con reconocimientos para cineastas de Brasil (Aún estoy aquí ) e Irán (A la sombra del ciprés ). En documental, Ninguna otra tierra dio la nota política con su crónica sobre los desplazamientos en Cisjordania.

Entre fallos técnicos en la transmisión, la ceremonia dejó claro que el cine sigue lleno de giros inesperados. Que Anora superara a gigantes de taquilla como Dune: Parte Dos y Wicked solo demuestra que, en los Oscars, nada está escrito. PdC.

Texto Antelmo Villa.

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