CDMX, Noviembre 2021.- La educación de los hijos no es tema fácil. Cuando se trata de inculcarles buenos hábitos o crear en ellos disciplina, la situación se pone difícil en casa; los hijos se tornan rebeldes y por consecuencia, los padres montan en cólera y recurren a los golpes o castigos para obtener respeto y el cumplimiento de las órdenes dadas.
Según los especialistas del Método Paternidad Efectiva, cuando los padres comienzan a amenazar a los hijos con castigos severos, es síntoma de falta de recursos para educar, pues aseguran que no hay niños difíciles, lo difícil es ser niño en tiempos agitados y con padres ocupados, cansados y con prisa.
Las amenazas son un recurso que muchos papás utilizan cuando sienten que pierden el control de los hijos, señala la especialista Gabriela González, directora de “Niños de Ahora” y fundadora del Método Paternidad Efectiva.
Regular el comportamiento de los niños con base en el miedo no es la solución para disciplinar, por el contrario, los pequeños obedecen no porque asuman la responsabilidad de sus actos, sino por evitar un castigo o temor a los padres.
Los golpes, gritos, castigos, amenazas, solo indican que existe dificultad para marcar límites firmes y consecuencias congruentes, además de una desconexión con los hijos. PdC.