Vibrando Alto

Día del Nirvana: purificación de la mente

Encontrar el equilibrio, la serenidad, nuestro centro, no es tarea fácil; la inercia de las actividades de la vida misma a veces nos alejan de la armonía, pero hay quienes en el arte, en la música, en la lectura, en la meditación encuentran la paz interior.

En el día a día ¿cómo encontrar la armonía interior?

Quienes se dedican a la meditación o siguen los preceptos del Nirvana dirían que mediante la purificación de la mente, pero como lo hemos mencionado, no es tarea fácil pues se requiere de mucha preparación, constancia y dedicación para lograr el equilibrio interior.

El Nirvana es un concepto fundamental en las religiones como el budismo, referido al estado supremo de felicidad alcanzado por el alma, liberada del sufrimiento, de la conciencia individual y del dolor mediante diversas técnicas y prácticas espirituales.

Y que a propósito de encontrar la tan ansiada felicidad, hoy 8 de febrero se celebra el Día del Nirvana; una efeméride dedicada a la contemplación en lugares destinados para el retiro espiritual.

Con la ejecución de actividades, prácticas y técnicas espirituales se puede llegar a un estado mental de equilibrio interior; dicen los que saben que se puede llegar el nivel del Nirvana, y de seguro así es.

Por lo pronto aquí unas recomendaciones básicas para aplicarlos en la vida diaria, para si no alcanzar el Nirvana, si encontrar un poco de paz interior:

*Meditar con regularidad, elemento clave para vivir en paz consigo mismo y en armonía.

*Vida saludable mediante una sana alimentación y actividad física regular.

*Transformar la mente para afrontar las adversidades, desarrollando la paciencia como virtud, para aceptar de corazón las circunstancias de la vida.

*Practicar el desapego al yo, a otras personas y a situaciones limitantes que constituyan un obstáculo para sentir plenitud y bienestar.

*Tratar a las demás personas con compasión y empatía, mejorando la relación con el entorno.

*Prestar atención a como piensas y te sientes en el momento presente, a fin de concienciar cada movimiento y cada pensamiento. PdC.

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