Las enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión son factores que contribuyen a la predisposición o a elevar el riesgo de presentar glaucoma, una enfermedad que junto con las cataratas ocasionan pérdida irreversible de la visión y que en México aumenta la prevalencia conforme se tienen más años.
En el país 40 por ciento de los casos que se diagnostican, en general, es glaucoma primario de ángulo abierto cuya prevalencia en la población mexicana es en promedio, de tres a cinco por ciento y se incrementa de acuerdo con la edad, es decir, a más años, mayor prevalencia.
De acuerdo a estudios realizados en la población mexicana, la mayoría de los pacientes con este padecimiento, proceden principalmente de la Ciudad de México, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, señala la académica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad León, Ana Laura Martínez Rodríguez.
Refiere que se ha comprobado que a mejor forma de prevenir este trastorno son los cuidados integrales, es decir, alimentación de calidad, realizar ejercicios, atender el estado de salud en general y, en caso de padecer alguna enfermedad de tipo metabólica, dar seguimiento y revisar la vista desde edades tempranas.
Pues se ha visto que existe glaucoma juvenil que se manifiesta de los cinco a los 18 años, con una prevalencia aproximada de un caso por cada 10 mil individuos. Comenta la especialista que los pacientes son asintomáticos y con frecuencia se les diagnostica de manera incidental durante un examen rutinario.
Sobre el padecimiento, la especialista explica que por lo general el glaucoma se produce cuando se acumula fluido (humor acuoso) en la parte delantera del ojo. El exceso de líquido aumenta la presión en este órgano y daña el nervio óptico.
Aun cuando no hay cura para el trastorno, se puede tratar para detener su progresión; de ahí la importancia de detectarlo a tiempo cuando las implicaciones todavía no tienen significancia en la calidad visual y de vida del paciente.
Desafortunadamente, el grueso de la población mexicana no acude a consultas oftalmológicas rutinarias porque carece de esa cultura o bien porque consideran que la atención de la salud visual es un servicio costoso.
Se requiere una valoración estructural, funcional e incluso electrofisiológica por medio de aparatos que examinan el fondo de ojo, campo visual, grosor de fibras nerviosas, sensibilidad al contraste, presión intraocular, etcétera, a fin de diagnosticar de manera correcta y brindar tratamiento adecuado.
La Unidad de Salud Visual de la ENES León ofrece a la población en general, en particular de la zona del Bajío, un gabinete de estudios mediante una serie de instrumentos de la más alta tecnología, además del personal capacitado para realizar una correcta interpretación de los resultados, “lo que nos permite diagnosticar y dar seguimiento”, informa Ana Laura Martínez.
En León, Guanajuato, los profesionales universitarios proporcionan servicio de lunes a viernes, de 10:00 a 16:00 horas (previa cita y siguiendo los protocolos sanitarios por la pandemia), al número telefónico: 47 92 21 23 87. PdC.