Al Paciente con Amor

Limitada la inclusión de personas con SD

Hay tantas enfermedades, unas raras, otras las de siempre o las que surgen sin más ni más como la COVID, que hemos olvidado otros trastornos; sin embargo, aunque no los veamos, ahí están los miles de personas que las padecen.

Pero que además de pasar por ese trastorno, cursan por otros contratiempos: sus derechos no son respetados, tienen dificultades para acceder a instrucción educativa, reducido número de especialistas para su atención, limitantes para emplearse y también al convivir con sus semejantes.

Estas son las circunstancias que vive la mayoría de personas con Síndrome de Down (SD) y aunque hay quienes destacan en diversos ámbitos, como Sofía Jirau, quien trabaja en una empresa internacional de ropa interior para mujer, en general no se ha logrado hacer más notoria su inclusión.

El experto del Departamento en Neurobiología y Conducta, Octavio César García González acota que estos casos son excepcionales, pero el común de ellos se enfrenta a situaciones desde ingresar a una escuela pública y no ser aceptados fácilmente, lo cual genera un problema porque tampoco hay suficientes profesores para su enseñanza.

Son muchos los aspectos de la vida en los que su inclusión se ve limitada, otra es la acción de votar, proceso en el que deben ser acompañados por padres o tutores, lo que puede influir en su decisión; también se cuestiona el tema del matrimonio, si tienen derecho o no a una vida plena.

El investigador de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, destaca aún hoy en día es común que a los niños Down no se les brinde la oportunidad de convivir con familiares en fiestas o reuniones, pues sus padres o tutores los suelen esconder.

Hay mucho que trabajar para que gocen sus derechos, pues todavía existe cierto miedo y vergüenza que una persona con Síndrome de Down forme parte de la familia.

En ocasión del Día Mundial del Síndrome de Down, 21 de marzo, que celebra la Organización de las Naciones Unidas a partir de 2012, precisa que quienes lo padecen, presentan diferentes niveles de disfunción intelectual: leve, moderada o severa; aquellos con mejor desempeño social son quienes tienen la primera.

Pero esto no implica que se les deba encasillar para realizar determinado trabajo o asistir a un solo tipo de escuela, ya que se ha comprobado que la estimulación temprana favorece su desarrollo, autoestima y la forma en que conviven.

El especialista del Posgrado en la Facultad de Psicología, es necesario capacitar a más expertos en terapias para personas con neurodesarrollo; incrementar el número de profesores en educación especial, al igual que la cantidad de personal clínico o médico especializado. PdC.

 

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