Miscelánea

Gracias a las abejas tenemos alimentos en la mesa

En el mundo se conocen 20 mil especies de abejas, nuestro país cuenta con cerca de dos mil y gracias a estos pequeños insectos, nosotros tenemos alimentos en nuestra mesa.

Las abejas, murciélagos y pájaros, pero principalmente las abejas tienen un papel fundamental en la polinización tanto de plantas silvestres como de cultivos agrícolas que dos terceras partes de éstos son polinizador por ellas.

A propósito del Día Nacional de las Abejas que se celebra hoy 17 de agosto, el académico del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, Ismael Alejandro Hinojosa Díaz sugiere conocer y revalorar a estas miles de nativas en México, que aunque no son productoras de miel, son importantes por su acción de polinizar.

Las abejas nativas son una especie de héroes ya que forman parte de la lucha contra el hambre en el mundo, considera la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Y chequen si no son importantes, pues algunos alimentos que dependen de la fecundación de estos insectos son: las manzanas, los tomates, los chiles, el aguacate. El alfalfa, por ejemplo, necesita directamente de un cierto tipo de abeja.

El biólogo explica que la fertilización es un proceso evolutivo de millones de años en los que se desarrollaron interacciones específicas. Cuando una planta es visitada por estos insectos para alimentarse “obtiene una ganancia muy grande”, porque le ayuda a transportar sus gametos -a través del polen que llevan pegado al cuerpo- a otra flor de la misma especie para que se fecunden.

En el caso de las productoras de miel, el Atlas Nacional de las Abejas y Derivados Apícolas, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, señala que en México se producen 57 mil 995 toneladas de miel en promedio por año y es el octavo productor a nivel mundial.

La mitad de dicha producción se consume en el país y la ingesta anual per cápita es de aproximadamente 300 gramos. Se estima que nuestro país continúa como el tercer mayor exportador del mundo y cuenta con 43 mil apicultores; 30 por ciento de la producción se concentra en Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

A pesar de formar parte de la lucha contra el hambre, el doctor en Entomología explica que estos insectos sufren riesgos, principalmente relacionadas con las actividades humanas que han impactado la biodiversidad.

Destrucción de zonas con vegetación natural, remoción de suelos, explotación masiva de los recursos.  “El factor más importante es la destrucción del hábitat donde las abejas puedan anidar”.

Otras amenazas son el uso de herbicidas y agroquímicos en la agricultura con los que se busca controlar plagas y que los cultivos sean más eficientes, pero que afectan de manera importante a otros organismos.

“Hay insecticidas que se han prohibido en varios países, cuyo nombre genérico es neonicotinoides. Tienen un efecto fuerte y negativo en la abeja al afectar su sistema nervioso, de modo que pierden sus capacidades de orientación, entre otros daños”.

Cabe recordar que en 2017 la Cámara de Senadores de México declaró el 17 de agosto como el “Día Nacional de las Abejas”, con el objetivo de valorar su importancia ambiental, social y económica, y se realicen acciones para conservar sus poblaciones, además de asegurar la permanencia de sus servicios y productos. PdC.

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