Quién no recuerda las batallas campales entre los hermanos porque a decir de ellos, los padres querían más a uno que al otro. Era muy común escuchar frases como estas, es más, en algún momento de nuestra niñez nosotros mismos las externamos: “mi mamá prefiere más a mi hermano”, “mi padres quieren más a mi hermana”.
Los expertos dicen que la rivalidad y celos son normales entre hermanos, sin embargo esos sentimientos se vuelven peligrosos cuando los padres la fomentan al dar preferencia a uno de los hijos.
Cuando los padres en verdad se inclinan más por un hijo, se pone en riesgo no solo la armonía de la familia, también el desarrollo del individuo ya que esa preferencia generará agresión durante la adolescencia y la edad adulta.
Los celos entre hermanos son comprensivos. Los niños sienten que sus padres son de su propiedad y se frustran cuando poco a poco renuncian a ello por la presencia de un hermano, explica la doctora Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
Ella explica que en una relación sana ese proceso se asimila, no obstante, en ocasiones la rivalidad o celotipia puede generar agresividad que se manifiesta desde la infancia y por ende se acentuará durante la adolescencia y hasta podría recrudecerse en la edad adulta.
La rivalidad es una realidad que se presenta todos los días en muchas familias mexicanas. Las relaciones más agresivas e incluso destructivas pueden darse entre hermanos; en contraparte estas relaciones cuando son maduras, basadas en el amor, la solidaridad y el respeto suelen ser fraternas e inquebrantables.
Entre hermanos la rivalidad es tan natural como inevitable, porque en este vínculo afectivo habitan sentimientos agresivos y amorosos, pero tienen su función: los seres humanos comenzamos a facilitarnos el proceso de socialización y la rivalidad generalmente se supera cuando llega la etapa adulta, dando paso a una mayor unión y una relación de amistad.
Ya que estos sentimientos son naturales e inevitables uno se preguntaría, ¿cómo hacer para conciliar entre hermanos?
La doctora Claudia Sotelo comenta que en este proceso la postura de los padres es muy importante, es decir, la tarea de ellos debe ser fomentar el compartir y no el competir. Aprender a respetar las diferencias entre uno u otro y evitar comparaciones entre ellos. Entender que cada hijo tiene sus tiempos, predilecciones y deseos particulares.
No obstante, la especialista aconseja que si no se logra el equilibrio y las cosas se salen de control, es necesario acudir con un especialista que ayude a la familia a encontrar soluciones a los conflictos entre hermanos. PdC.
Foto de samer daboul.