Ya estamos en la temporada de frío que pega fuerte y nos hace titiritar, sobre todo para los “friolentos” y aunque no habitamos en un país donde el termómetro baja a menos cero (excepto algunos estados del norte), si hay que tomar ciertas medidas para evitar que las bajas temperaturas dañen nuestra salud y nuestra piel.
Porque has de saber que así como la exposición a las altas temperaturas hacen mella en la piel, también las bajas pues afectan la barrera protectora que la constituye.
La piel es el órgano más expuesto a las inclemencias del tiempo y por lo mismo se le debe poner atención a su cuidado durante los meses de mayor calor por las radiaciones solares y en los de más frío por las bajas temperaturas y el viento helado.
Si llegamos a descuidarnos en esta temporada de frentes invernales, veamos cuáles son las principales afecciones que puede padecer la piel, el órgano más extenso de nuestro organismo.
De acuerdo al blog CanalSALUD de MAPFRE se puede presentar sequedad cutánea, sabañones, quemaduras solares y urticaria a frigore.
Sequedad cutánea
La xerosis o sequedad cutánea es la alteración más común que puede padecer la piel durante los meses más fríos. Pese a que nos protegemos mediante la ropa, la epidermis se deshidrata debido a que las bajas temperaturas provocan que la humedad relativa del aire disminuya.
Este sequedad puede provocarnos picor, aspereza al tacto, descamación e incluso grietas. Las zonas más afectadas son, lógicamente, las más expuestas al frío, las manos y la cara, sobre todo los labios, que tienden a cuartearse, pudiendo en ocasiones dar lugar a heridas dolorosas.
Sabañones
Los sabañones también llamados eritema pernio, son un enrojecimiento e inflamación de la piel por la exposición de esta al frío, sobre todo de manera brusca.
Se producen en las zonas más alejadas de las extremidades y la cabeza, donde la circulación se ve más constreñida a causa del frío: las puntas de los dedos de manos y pies, las orejas, la nariz y en ocasiones las mejillas.
Aparecen abultamientos rojos y brillantes, fríos al tacto, que causan picor y dolor. Suelen desaparecer en dos o tres semanas dejando una zona con menor coloración que el resto de la piel.
Quemaduras solares
Las quemaduras solares son comunes en personas que practican deportes de invierno como el esquí o el snowboard. A mayor altura, más intensa es la exposición al sol y las bajas temperaturas pueden hacer que la persona se confíe.
Además, la luz del sol reflejada sobre la blancura de la nieve aumenta el efecto de los rayos UVA sobre la piel. Si se está en la montaña o en zonas con nieve durante largo tiempo sin una adecuada protección solar se pueden producir quemaduras solares en el rostro.
Urticaria a frigore
La urticaria a frigore o al frío es una reacción alérgica que se da al exponerse al frío ambiental. Esto origina la aparición de habones o ronchas al cabo de menos de media hora de la exposición y las lesiones suelen desaparecer por sí mismas tras unos minutos.
La aparición de éstos puede ser localizada, solamente en la piel expuesta al frío, o generalizada. Si la exposición al frío persiste la reacción puede ser más grave, llegando incluso a poderse padecer un choque anafiláctico, una reacción alérgica severa.
El picor que produce la erupción cutánea se suele aliviar con antihistamínicos.
¿Qué hacer para prevenir estas molestias?
*Hidratar la piel, especialmente la cara y las manos, utilizando crema hidratante no grasa y crema para los labios. No conviene humedecerse los labios con saliva si están cortados por el frío, porque, pese a que inicialmente se puede notar un cierto alivio, posteriormente se irritarán y resecarán más.
*Recordar la importancia de una buena hidratación bebiendo abundante agua a lo largo del día.
*Utilizar una crema solar con factor de protección 20 como mínimo al ir a la montaña o al estar al aire libre durante largo tiempo, especialmente en zonas nevadas.
*No abusar de las duchas con agua caliente, mejor a una temperatura considerable.
*Utilizar un jabón de pH neutro (especialmente recomendados los de avena) o adecuado a cada tipo de piel.
*Evitar los cambios bruscos de temperatura.
*Vestir con ropa y calzado que abriguen pero que sean transpirables.
Con estas precauciones, además de disfrutar la temporada de frío se pueden evitar daños en la piel, porque hay que recordar que no solo se daña con los rayos UV en tiempos de calor. PdC.
Foto de Jill Wellington.