Miscelánea

¡No lo tires! sirve para fabricar otros productos

¿Qué hacer con todo el aceite y grasa que desechamos luego de cocinar las ricas viandas de la cena de Navidad y Año Nuevo, o simplemente de las comidas que se prepararon a lo largo del año?

Quizá no lo sabías y lo has hecho, pero tirarlas al desagüe no es una buena opción, primero porque se tapa el drenaje y segundo porque contaminamos el suelo y el agua.

No hay fecha para comenzar a cuidar nuestro medio ambiente, nuestro planeta; cualquier día que iniciemos es el mejor, lo importante es dar el primer paso, y por ejemplo, no desechar grasas o aceites al desagüe es un buen principio para mantener a la Tierra a salvo de la contaminación.

De acuerdo al BlogMapfre, verter aceite por el fregadero implica dañar ecosistemas acuáticos en ríos y mares, pues con un solo litro de este tipo de líquido es posible contaminar hasta mil litros de agua.

Al reciclarlo se evitan problemas de contaminación y se le puede dar una segunda vida para la fabricación de otros materiales.

Para poder reciclar el aceite usado sobrante tras el cocinado en casa, debes hacerte con un recipiente para almacenarlo. Por lo general, puedes usar una botella de vidrio, que podrás ir rellenando con el aceite sobrante para poder trasportarlo.

Para introducirlo en el interior utiliza un embudo y siempre cuando el aceite esté frío.

Una vez el recipiente esté lleno, deberás llevarlo al punto limpio de tu ciudad. En muchas localidades ya existen contenedores específicos para la recogida de aceites domésticos usados, por lo que puedes recurrir a ellos.

De esta forma la tarea de reciclar se vuelve mucho más sencilla.

En el caso de que elijas depositarlo en un contenedor específico en la ciudad, recuerda que el envase en el que debe trasportarse tendrá que ser de plástico.

En este tipo de dispositivos será suficiente con que coloques la botella en el interior del contenedor.

En un primer momento, estos aceites serán llevados a un centro en el que se clasificarán y se determinará su composición para poder reciclarlos de manera adecuada.

Tras ello, y ya en la planta de tratamiento, el aceite pasa por un proceso de destilación en el que se busca eliminar el agua, los metales pesados y los sedimentos que se han podido acumular en ellas.

Una vez limpias, la base del aceite ya se encuentra regenerada y puede utilizarse de nuevo en diversas actividades.

Una vez que el aceite ha sido destilado, este puede volver a utilizarse para la elaboración de otros productos.

Este aceite reciclado no es apto para el consumo humano, pero sí que puede usarse como base para la elaboración de abonos, barnices, detergentes, pinturas, velas, lubricantes, lociones, ceras, jabones o biocombustibles para vehículos con motor diésel.

Como ves, el aceite usado de la cocina puede tener muchas más vidas. Así que antes de tirarlo por el fregadero, piensa en el daño que le puedes hacer al planeta y la cantidad de productos que pueden fabricarse con aquello que ya has utilizado. PdC.

 Foto de Karolina Grabowska.

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