No obstante que la sardina ofrece grandes beneficios para la salud pues aporta a nuestro organismo, vitaminas como la A, B y D, es poco consumida por su sabor un tanto fuerte.
Aunque de acuerdo a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, es uno de los pescados que más se comen en nuestro país, con un consumo promedio de 4.9 kilos al año por mexicano; esto se debe a que la sardina se encuentra disponible en el mercado nacional todo el año, ya sea fresca o enlatada.
La sardina, que vive en zonas profundas y alejadas de la costa, contiene minerales como el calcio, fósforo, potasio, zinc, yodo, hierro y magnesio; es bajo en calorías y ayuda a equilibrar los niveles de grasas saturadas de nuestra dieta habitual.
Este pequeño pez está cubierto por escamas a excepción de la cabeza, su dorso es oscuro mientras que a los lados presenta colores plateados.
Este pescado puede prepararse de varias maneras, ya sea frito, a la plancha, a la barbacoa, en brochetas a la parrilla con verduras, guisado o en escabeche, con arroz blanco y una salsa mexicana.
Algo más que debemos saber de la sardina es que a nivel mundial, México es el octavo productor mundial; tres de cada 100 toneladas de sardina capturadas en el mundo, provienen de nuestro país.
Sonora genera el 60 por ciento de la producción nacional de este pescado; en cuanto a exportaciones, el principal importador de sardina mexicana es Corea del Sur.
Las especies de sardina que se capturan en México son: Monterrey, Anchoveta norteña, Bocona, Charrito, Crinuda, Japonesa, Macarela y Piña. PdC.
Foto de Karen Laårk Boshoff.