Qué maravilla y bendición es tener a unas personas fabulosas en nuestras vidas, nuestros hermosos abuelitos; poder convivir y absorber la sabiduría de esos seres humanos que nos brindas tanto amor y paciencia es grandioso.
Yo no tuve mucha oportunidad de convivir con mis abuelitos ya que murieron cuando era pequeña, pero en mi memoria todavía recuerdo los domingos que pasábamos en familia con ellos. Mi abuelita guisando con mis tías y mi mamá los alimentos que íbamos a comer; mi abuelito y los demás poniendo la mesa en el patio de la casa, acomodando las sillas, preparando el agua fresca, en fin, toooodos cooperando para que la comida quedara maravillosa, como dirían los abuelitos “Que tiempos aquellos Sr. Don Simón”.
Hoy 28 de agosto que se conmemora el Día de los Abuelos no queda más que felicitar a esas grandes personas que nos han ayudado a tener una historia y una herencia que nos permite conocer nuestras raíces.
No solo hoy, todos los días debemos estar pendientes de la salud de nuestros adultos mayores; cada arruga cuenta una historia y cada sonrisa perdida refleja más que el paso del tiempo: el olvido de algo tan esencial como es la salud bucal.
En México, el 90% de los adultos mayores enfrenta el edentulismo o pérdida total de dientes, una realidad que afecta no solo su capacidad para masticar o hablar, sino su calidad de vida y bienestar emocional.
“La pérdida total de dientes, o edentulismo, afecta a casi la mitad de los adultos mayores. La falta de una higiene bucal adecuada, las caries y la enfermedad periodontal son las principales causas de que hoy, muchos de ellos, sonrían menos,” explica la doctora Stephanie Ramírez, vocera de Waterpik.
Pensar en nuestros abuelos nos llena de recuerdos y cariño. Este día es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar su salud bucal como una manera de devolverles un poco de todo lo que nos han dado.
“De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, hacia la tercera edad se deben conservar al menos 20 dientes naturales para garantizar una dentadura funcional,” comenta la especialista Ramírez.
Sin embargo, los últimos datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales 2021 (SIVEPAB) revelan una realidad alarmante: mientras que el 91.8% de los mexicanos examinados tenía un mínimo de 20 dientes, en la población mayor de 80 años, solo el 50.5% de las mujeres y el 54.3% de los hombres contaban con esa cantidad.
Estos números nos muestran la urgencia de cuidar la salud bucal desde temprana edad, para que en una edad avanzada se pueda disfrutar de una vejez plena y saludable.
“La salud bucal debe ser una prioridad en todas las etapas de la vida. Sin embargo, para nuestros abuelos, mantener esa salud bucal se vuelve más desafiante.
Ellos se enfrentan a la pérdida de dientes, encías más sensibles y enfermedades que afectan su día a día. Darles las herramientas para que sigan sonriendo es, sin duda, una muestra de amor. La irrigación bucal con Waterpik es hasta un 50% más eficaz que el hilo dental, además es práctico para personas mayores que tienen dificultades de movilidad”.
Los expertos en odontología nos invitan a reflexionar sobre el papel crucial que juega la higiene bucal en el bienestar de nuestros mayores. No se trata solo de cepillar los dientes; se trata de prevenir enfermedades, de mantener la capacidad de disfrutar una buena comida, de seguir conversando con fluidez, de envejecer con dignidad y alegría.
La irrigación bucal no solo limpia profundamente entre los dientes y alrededor de los implantes o prótesis; también revitaliza las encías, mejora la circulación y protege la salud de manera integral.
Cuidar de la sonrisa de nuestros abuelos es más que una tarea médica; es una forma de asegurar que sigan disfrutando de la vida con la alegría y la dignidad que merecen.
Incorporar buenos hábitos en su rutina diaria es un pequeño gesto con un gran impacto, un regalo de bienestar que les permitirá seguir compartiendo su sabiduría y amor con una sonrisa saludable.
Este 28 de agosto, y todos los días, recordemos que cuidar de su sonrisa es cuidar de su felicidad.
Cuidemos y hagamos felices a todos ellos para que sigan compartiendo con nosotros sus grandes historias de vida. CM/PdC.
“Los abuelos son los ángeles que nos enseñan a volar con los pies en la tierra”. – Anónimo.