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Hábitos saludables para vivir mejor

¿Quieres vivir más, pero sobre todo con una mejor calidad de vida?, entonces esto de seguro te va a interesar. ¿Que cómo se puede lograr? Con estas claves que los expertos siempre nos han dicho: ejercicio, dieta equilibrada y evitar hábitos nocivos para la salud.

Que a decir de los especialistas, son las únicas medidas eficaces que ayudarán a mantener la salud y tener una buena calidad de vida, pues no se trata de tener más años, sino que éstos se vivan a plenitud.

Y aunque no se quiera y uno se resista, el proceso de envejecimiento nos llega a todos, no puede ser revertido, pero sí hacer lo conducente para que esta etapa sea lo más confortable posible y no un cúmulo de padecimientos.

La doctora Miriam Anglada Oriol, médico consultor de Teladoc Health en CanalSALUD sugiere poner en práctica hábitos saludables como: seguir una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico a diario, mantener un peso correcto, disfrutar de un buen descanso nocturno, evitar el alcohol y el tabaco, y mantenerse activo socialmente.

En el fondo, considera la especialista, todos estos hábitos están relacionados entre sí: si comemos de manera sana y hacemos ejercicio mantendremos un peso adecuado; si evitamos el alcohol y el sobrepeso dormiremos mejor.

Dieta equilibrada

Llevar una dieta saludable significa una ingesta equilibrada de proteínas, grasas e hidratos de carbono. El régimen alimenticio debe basarse principalmente en frutas, verduras, cereales, legumbres, carnes magras y pescado.

Se aconseja limitar el consumo de grasas saturadas, carnes rojas, sal, bebidas azucaradas y comida preparada. El aporte de fibra también es importante (cereales integrales, legumbres y frutas).

Ejercicio físico

La actividad física es una de las claves para alargar la expectativa de vida activa, es decir, sin enfermedades ni discapacidades. A cualquier edad, las personas se benefician de realizar actividad física de manera regular.

En general, se recomienda un mínimo de 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (caminar rápido, correr, nadar, ir en bicicleta, bailar, etc.) repartidos en varios días, y 90 minutos a la semana de ejercicios de fortalecimiento muscular y estiramientos (tipo Pilates).

Control del peso

El sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de cáncer y, por lo tanto, disminuyen la esperanza de vida.

Una herramienta para saber si tenemos el peso adecuado es calcular el Índice de Masa Corporal (IMC) con la siguiente fórmula: IMC=peso (kg)/estatura (metros).

*Peso inferior al normal: IMC menor a 18.5

*Peso normal: IMC 18.5-24.9

*Sobrepeso: IMC 25-29.9

*Obesidad: IMC mayor a 30

La dieta y el ejercicio físico son los factores clave para mantenerse dentro de un peso normal.

Sueño

El descanso nocturno de calidad es un factor protector de la salud. Las horas de sueño varían en función de la edad; los niños y jóvenes necesitan dormir más que las personas adultas.

Para poder descansar bien por la noche se recomienda cenar temprano y evitar el alcohol por la noche. Es importante disminuir los estímulos externos como las pantallas digitales un par de horas antes de irnos a la cama.

Alcohol

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer y supone un aporte de calorías vacías que está relacionado con el incremento de peso y la obesidad. Por lo tanto, se aconseja evitar su consumo o al menos, limitarlo lo más posible.

Tabaco

El tabaco es un factor de riesgo cardiovascular, pero también está relacionado directamente con diferentes tipos de cáncer (no sólo el pulmonar) y con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que suponen una disminución en la calidad y la esperanza de vida de las personas afectadas.

Nunca es tarde para dejar de fumar, pues en el momento que se deja de fumar ya hay beneficios para la salud.

Relaciones sociales

Las personas que se mantienen activas socialmente tienen mejor calidad de vida y menos estrés. Esto es especialmente importante para que las personas mayores vivan con plenitud su vejez.

Por siglos el hombre ha buscado la “fuente de la eterna juventud” dando paso a las terapias anti envejecimiento, que a decir de la experta y pese a las grandes investigaciones en la materia, no se ha encontrado evidencia científica de que alguna terapia “antiedad” haya revertido el proceso de la vejez ni aumentado la longevidad.

Por lo tanto, dice la especialista, nos guste o no, las únicas medidas que sí se han mostrado efectivas para reducir el impacto de las enfermedades en la vejez son seguir un estilo de vida y nutrición saludables.

Lo que significa, mantener el peso adecuado, realizar ejercicio físico, seguir una alimentación rica y variada, evitar los hábitos de fumar o beber alcohol, mantener unas relaciones sociales satisfactorias y controlar las enfermedades que pudieran aparecer desde su diagnóstico más temprano.

A través de estos correctos hábitos de vida sí podremos reducir la influencia de los cambios que en nuestro organismo produce el tiempo, aumentar la esperanza de vida y, lo que es más importante, los años que vivamos gozaremos de un mejor estado de salud físico, psicológico y social. PdC.

 Fuente: Blog, CanalSALUD, Mapfre.

 Foto de Bela cheers.

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