Las escenas dramáticas grabadas en un video que dio la vuelta al mundo del sufrimiento que un simple e “inofensivo” popote causó a una tortuga despertó la conciencia de miles de personas para decir NO al popote.
Y no es que no lo podamos utilizar, simplemente hay que ser responsables con su uso ya que miles sino es que millones de pajillas de plástico llegan a ríos y mares provocando la muerte de la fauna marina.
Su uso dura apenas unos cinco o hasta 20 minutos, y después ya no sirven para nada a menos que se laven y reutilicen, sin embargo la mayoría o más bien todos van a la basura.
Por sus nocivas consecuencias surgió el Día Internacional Sin Popote impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, organismo que lanzó el 23 de febrero de 2017 en Bali, Indonesia, la campaña #MaresLimpios.
La finalidad fue que para 2022 se eliminaran los productos plásticos que generan el 90 por ciento de la basura marina en los océanos del planeta, entre la que figuran los popotes. No obstante, a raíz de la pandemia su uso que iba en descenso volvió aumentar.
La propuesta de dejar atrás el uso del popote encontró algunas resistencias, pero también apoyo de diversas organizaciones ambientalistas e incluso de empresas que retiraron el popote de sus empaques de bebidas o restaurantes que lo dan sólo si lo pide el comensal. PdC.
Foto de Timur Weber.
