Miscelánea

Zapote color de tezontle…

¿Qué tal un licuado de mamey rico y cremoso?, quien lo haya probado sabe que es una delicia, y quien todavía no lo hace, prepárense un batido con esta fruta que además de sabrosa tiene muchas propiedades buenas para el organismo ¡no se arrepentirán!

El mamey, cuyo nombre en náhuatl es tetzontzapotl, y que significa zapote color de tezontle, llamado así por su parecido al color de esta piedra, es 75 por ciento agua y tiene un alto contenido de carbohidratos, vitamina A, vitamina C, calcio, hierro y fósforo.

Su peculiar color “anaranjado mamey” se debe a su gran contenido de carotenos, los cuales tienen un efecto antioxidante que son esenciales para nuestra salud, ya que protegen las células y fortalecen el sistema inmunológico.

El mamey no solo te lo puedes comer, también tiene diversos usos medicinales para tratar problemas oculares y digestivos. Además, la semilla transformada en aceite se emplea como tónico para reducir dolores musculares y reumáticos.

Pertenece a la familia del zapote, por lo que también es llamado zapote mamey o zapote colorado; se distingue por ser una fruta de forma ovalada, de cáscara delgada con textura áspera, su pulpa es de color rojizo y el sabor es dulce.

Para contener todos los nutrientes benéficos para nuestro organismo, su desarrollo tarda de 14 a 20 meses, quizá por eso es una ricura.

Aunque se considera que sólo hay producción de zapote mamey en marzo, abril, mayo, junio y julio, lo cierto es que se producen frutos todo el año, aún con periodos de producción mínima en los cuáles el abastecimiento de fruta fresca en las centrales de abasto es limitado.

Los meses con mayor disponibilidad de fruta inician de la segunda quincena de marzo a finales de julio, temporada en la que se disfruta de todo su sabor y frescura. PdC.

 Con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

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