No hablar del suicidio puede ser más riesgoso que abordarlo. Los expertos refieren que los intentos suicidas son hasta 20 veces más frecuentes que quitarse la vida.
Por lo mismo, debemos quitarnos el mito sobre que hablar del tema puede estimular esa acción; en todo caso será mejor abrir espacios para platicar de lo que la persona está sintiendo y preguntar de manera franca y respetuosa.
Es un tema complicado y doloroso que impacta de manera importante a la población; “la ideación suicida tiene ciertos indicadores que todos podríamos llegar a experimentar”, advierte la jefa de sede del Espacio de Orientación y Atención Psicológica (ESPORA) del Instituto de Fisiología Celular (IFC), de la UNAM, Gabriela Gómora Figueroa.
Al dictar la conferencia “Ya no puedo más con la vida: Identificando el riesgo suicida”, la psicoterapeuta individual, familiar y de pareja, comentó que en el orbe anualmente fallecen más seres humanos por esa causa que por VIH, cáncer de mama, guerras u homicidios.
Refiere que según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cien muertes ocurre por suicidio.
Como parte de la Jornada Anual de Salud Mental, organizada por la Comisión de Equidad de la Facultad de Ciencias, la especialista universitaria señaló que las muertes por esta causa pueden ocurrir a cualquier edad.
Sin embargo, la tasa más alta de suicidios reportada en el país es en jóvenes de 18 a 29 años. “En 2019 fue reportada como la cuarta causa de fallecimientos en ese grupo etario”.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 estimó que cinco por ciento de la población encuestada declaró que alguna vez ha pensado en suicidarse y dos por ciento se ha dañado, en alguna ocasión, con ese propósito. PdC.