Para la primavera, durante los meses de marzo, abril y mayo se prevé sequía con condiciones más calientes y secas; además el Valle de México podría estar en la antesala de una sequía prolongada, advierten especialistas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.
De acuerdo a sus estudios, el 92, 93 por ciento de todo el territorio tiene un comportamiento hacia la baja en cuanto a lluvias, refieren los investigadores.
Benjamín Martínez López, investigador del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del ICAyCC, señala que la idea de que el sur de México sería pródigo en agua, está bajo análisis y podría tener alguna complicación.
En la zona centro es una franja de transición con incertidumbre; no obstante, hay que tomar en cuenta las observaciones científicas: “no vaya a ser que tengamos años de sequía, uno tras otro, tales que se pase de un periodo histórico húmedo, a un periodo histórico seco, y ni siquiera nos dimos cuenta”.
Benjamín Martínez aseguró que las condiciones más secas de lo normal han imperado en algunas regiones de México por el efecto de La Niña, mismas que se han mantenido por prácticamente tres años.
Se espera en el corto plazo condiciones neutras que podrían generar algunas lluvias para ayudar a la recarga de acuíferos en la ZMVM.
“A largo plazo, la Ciudad de México tiene que empezar a prepararse para sequías prolongadas, no es nulo el riesgo de un fenómeno que dure varios años, es algo que ya ha ocurrido en el pasado, y debemos desarrollar los mecanismos para poder identificar si se está gestando para tener el tiempo suficiente para tomar medidas y hacerle frente a una emergencia como esa”, apunta. PdC.
