Luego del aislamiento por una pandemia quedan secuelas de todo tipo: depresión, tristeza, angustia, caída de cabello, acné y, qué decir del aumento de peso por la vida sedentaria y mala alimentación que tuvimos por el tiempo que pasamos en casa.
Ahora es tiempo de retomar nuestra vida y lo ideal será mantenernos sanos física, emocional, psicológica y espiritualmente. Siempre será mejor recurrir con el especialista, ya sea el psicólogo, dermatólogo o nutriólogo, el que necesitemos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2018 del total de adultos de 20 años o más el 39.1 por ciento tenía sobrepeso, el 36.1 obesidad, es decir 75.2 por ciento de la población debía mejorar su alimentación y hacer actividad física de manera inmediata.
Y lo más triste es que los niños no se libran de esta situación, y peor aún que dependen de nosotros los adultos para su alimentación.
En el país, del total de los infantes de entre cinco y 11 años, el 35.6 tenía sobrepeso; en tanto los pequeños de cero a cuatro años, 22.2 por ciento estaban en las mismas condiciones.
Datos que prenden los focos rojos y se debe actuar de manera urgente ya que estos números se incrementaron por nuestro aislamiento reciente.
Lamentablemente en 2020 una de las causas principales de defunción en nuestro país, fueron algunos padecimientos asociados con el sobrepeso u obesidad, cómo enfermedades del corazón, COVID 19, diabetes y tumores malignos.
Si tú o algún familiar cercano se identifican con sobrepeso u obesidad es urgente ponerse en manos del nutriólogo; checar el estado de salud con exámenes de laboratorio y llevar a cabo las sugerencias de alimentación y ejercicio.
Para saber el estado del paciente, el nutriólogo solicita estudios de laboratorio para identificar el nivel de presión arterial, diabetes, para ver si hay o no problemas hepáticos y de corazón, además de un perfil tiroideo para darse cuenta cómo trabaja la tiroides de manera detallada.
Además hace la medición de la circunferencia de la cintura para checar el nivel de grasa almacenada; en mujeres NO debe medir más de 89 centímetros y en hombres NO más de 102, en caso de medir más de lo ideal, entonces solicitará estudios de hígado graso para tomar precauciones.
También calcula el Índice de Masa Corporal (IMC) ya que es una medida con la cual se conocen condiciones de nutrición, desnutrición, sobrepeso y obesidad. Un IMC igual o mayor a 25 y menor de 29.9 se conoce como sobrepeso y mayor de 30 es obesidad.
Por ello recomienda comer frutas y verduras (y no es corte comercial) tomar la mayor cantidad de agua, sobre todo que sea agua simple; olvídate de los refrescos y de la comida chatarra.
Respeta tus horarios de comida, no te distraigas al comer ya que si ves televisión o el celular no mides tus porciones de comida; no hagas dietas milagrosas, en dos días NO bajarás tres kilos si dejas de consumir alimentos simplemente te vas a deshidratar y eso es grave, ejercítate por lo menos 30 minutos al día y lleva una alimentación variada.
Recuerda que cada persona es diferente, por ello el programa alimenticio debe ser personalizado y es necesario que asistas a una consulta médica. VTL/PdC.
Foto de Andres Ayrton.