¿Habías escuchado de la fibromialgia? Te platicamos, es un padecimiento reumatológico que provoca dolor crónico y fatiga, es incapacitante, invisible, impredecible e incontrolable.
Tiene fuerte predisposición genérica y es común que integrantes de una familia desarrollen esta afección.
La fibromialgia afecta entre dos y cinco por ciento de la población a nivel mundial, generalmente a partir de los 40 años; de cada 100 casos, 90 son mujeres y 10 hombres.
Sus características…
Dolor generalizado en cualquier parte del cuerpo como cabeza, articulaciones, músculos o ligamentos, fatiga, colon irritable, problemas de concentración y altos niveles de ansiedad, son algunas de sus características.
Las personas con este padecimiento manifiestan dolor combinado con ardor, experimentan sensación de calambres y choques eléctricos. Además causa alteraciones del sueño y rigidez matutina lo que les ocasiona problemas para levantarse.
Frecuentemente, las crisis de fibromialgia se exacerban con el calor, la humedad, el frío y las personas con la enfermedad suelen ser muy sensibles al ruido, luces y a ciertos olores.
Refiere la especialista María Isabel Barrera Villalpando, del Departamento de Rehabilitación de consulta externa del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” de la Secretaría de Salud.
Dolor neuropático…
El dolor característico de la fibromialgia es de tipo neuropático, por un mal funcionamiento en las fibras nerviosas, sin daño en algún órgano o estructura del cuerpo.
Este tipo de dolor se muestra también en personas con pie diabético o herpes zóster; es una molestia que arde al punto que el paciente no tolera ni el roce de la ropa.
Indica que en las mujeres se ha encontrado asociación de ciertas hormonas que influyen en las fibras que transmiten el dolor.
La hipersensibilidad en puntos específicos del cuerpo que perdura por lo menos seis meses, así como problemas de concentración y ansiedad, son otros criterios para considerar que se trata de fibromialgia, dice la doctora en Psicología, María Isabel Barrera.
No existen estudios de laboratorio para su diagnóstico, por lo que es importante que la persona especialista en reumatología descarte otras enfermedades antes de la confirmación mediante la entrevista clínica.
Ante esto, debe realizarse el diagnóstico diferencial con enfermedades como artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, síndrome de fatiga crónica (llamada ahora encefalomielitis miálgica), síndrome de Sjögren, polimialgia reumática y neuropatías, entre otras.
Sus causas…
Investigaciones recientes sobre esta enfermedad muestran la existencia de una disautonomía, es decir, mal funcionamiento del sistema nervioso autónomo que controla respuestas automáticas en el organismo como la frecuencia cardíaca, presión arterial, temperatura y motilidad intestinal, entre otras.
También se ha detectado incremento de la actividad del sistema nervioso simpático durante la noche, lo que podría explicar el descanso no reparador en los pacientes, explica la experta.
Estudios recientes del Departamento de Reumatología del Instituto Nacional de Cardiología y del Hospital de la Ceguera destacan que la fibromialgia es una neuropatía de fibras finas; se encontró que en la córnea hay menor número de esas fibras y son más delgadas.
Probablemente en el futuro podría considerarse como un marcador biológico para el diagnóstico de esta afección.
Explica que otra área de investigación reporta una importante disfunción en las mitocondrias, lo que explicaría la falta de energía que caracteriza a estos pacientes.
En este sentido, es primordial la alimentación adecuada y una buena oxigenación para que esta parte de la célula que proporciona la energía cuente con suficientes nutrientes que ayudan a disminuir o evitan el cansancio crónico.
Tratamiento psicológico…
La especialista destaca que el tratamiento psicológico para el mejor manejo del dolor se basa en la terapia cognitivo conductual contextual.
Un modelo que trabaja con la relación entre pensamientos, emociones y conductas, con énfasis en los factores disparadores y de mantenimiento que presenta un paciente con fuertes historias de abuso físico, psicológico y/o sexual desde la niñez.
La terapia contempla también trabajar con trastornos psiquiátricos como ansiedad y depresión que mantienen o agravan la fibromialgia.
Agrega que el tratamiento psiquiátrico emplea antidepresivos (inhibidores de la recaptura de serotonina y noradrenalina) o algunos tricíclicos, y también se prescriben moduladores del dolor que alivian la molestia neuropática.
María Isabel Barrera Villalpando, también autora del manual Estrés y salud mental, precisa que hasta 80 por ciento de las personas con fibromialgia han cursado algún problema de depresión de moderado a severo.
Mientras que 60 por ciento ha presentado algún trastorno de ansiedad y es frecuente la alta asociación con estrés postraumático.
Recomendaciones…
Para quienes padecen esta afección, la especialista sugiere realizar ejercicio de bajo impacto libre de presión, práctica del taichí, yoga, caminata, acuaerobics, hidroterapia en agua templada y natación relajante.
Respecto a la alimentación, aconseja la dieta de la milpa que incluye maíz, frijol, frutas –que proporcionan las vitaminas-, y las verduras que brindan importantes minerales como magnesio, zinc y potasio, entre otros.
Tratamiento integral…
El Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz” de la Secretaría de Salud, brinda atención integral y multidisciplinario a pacientes con diagnóstico de fibromialgia con el propósito de mejorar las condiciones médicas, psicológicas y psiquiátricas en las que se encuentra la persona.
Ofrece sesiones psicoeducativas e informativas para pacientes, familiares y público en general para abordar este padecimiento poco conocido, no sólo en México, sino en el mundo.
Además, se brinda terapia grupal cognitivo conductual contextual para la fibromialgia y otros trastornos dolorosos, en la que participan también otros profesionales de la salud como nutriólogos, biólogos y psicólogos y médica psiquiatra especialistas en violencia. PdC.