Alimentación baja en carbohidratos, dormir entre siete y nueve horas, además de actividad física, entre otros, contribuyen a tener salud cerebral. Y es que los males cerebrales o neurológicos son la principal causa de discapacidad.
No obstante, en muchos casos pueden prevenirse con el cambio de hábitos de vida y el control médico adecuado de factores de riesgo como hipertensión, colesterol alto y diabetes, así como evitar el consumo de tabaco, asegura la jefa del Servicio de Neurología del Hospital General de México (HGM) “Dr. Eduardo Liceaga”, Claudia Elisa Alfaro Tapia.
Uno de los principales problemas de este tipo es la enfermedad cerebrovascular.
Se estima que al año en México 188 por cada 100 mil habitantes sufren un accidente cerebrovascular, y 90 por ciento podría prevenirse al ser consecuencia de uno o más de los factores de riesgo modificables como hipertensión, sedentarismo y dietas inadecuadas.
Es importante crear conciencia sobre la salud cerebral, pues los padecimientos neurológicos afectan todos los aspectos de la vida; consecuencias que van desde el deterioro cognitivo hasta la discapacidad física significativa, y la relacionada con la salud cerebral que aumenta a medida que vivimos más tiempo.
La jefa del Servicio de Neurología del HGM advirtió que el estrés, la ansiedad y la depresión pueden afectar el funcionamiento cognitivo. Ante la sospecha de padecer alguno de estos trastornos, la persona debe solicitar atención médica especializada e incorporar medidas que ayudan, como la meditación y el yoga en su rutina diaria.
Alfaro Tapia detalla que la mente necesita de siete a nueve horas de sueño durante la noche para descansar. Para esto se debe evitar la cafeína por la tarde y al final del día; desarrollar una rutina regular para relajarse y despertar.
Evitar exponerse a las luces brillantes de la televisión, el teléfono celular o alguna otra pantalla al momento de acostarse; solicitar atención médica en caso de trastornos como la apnea del sueño, que podrían provocar deterioro cognitivo.
La especialista subraya que la actividad física diaria es una de las formas más importantes de salvaguardar la salud del cerebro. Lo recomendable es realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
Asimismo, la mente también debe estar dinámica con actividades como el armado de rompecabezas, juegos de mesa, de cartas, manualidades o lectura. Además, llevar a cabo dietas alimenticias bajas en carbohidratos simples (arroz blanco, azúcar o dulces) y con alto contenido de granos integrales, grasas saludables, productos agrícolas y pescado.
La salud cerebral es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el estado de funcionamiento cerebral en los dominios cognitivo, sensorial, socioemocional, conductual y motor, que permite a una persona desarrollar todo su potencial a lo largo de la vida, independientemente de la presencia o ausencia de trastornos. PdC.
Foto de DS stories.