Si para los científicos el universo sigue siendo un misterio, para nosotros los ciudadanos comunes es un “mundo” de sorpresas que generalmente nos dejan perplejos y no atinamos a entender.
Y es que el reciente hallazgo de una estrella evaporando la atmósfera de un planeta, con ayuda del Telescopio Espacial Hubble, reportado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y publicado en “The Astronomical Journal”, es como de película.
Sin embargo, para los estudiosos, este hallazgo contribuye a identificar los mecanismos dominantes en la ocurrencia de ese fenómeno y a entender cómo se forman sistemas planetarios como el nuestro.
Recientemente, la NASA dio a conocer que detectó que la estrella enana roja denominada AU Mic estaba evaporando la atmósfera (formada principalmente de hidrógeno) del planeta AU Mic b, que tiene un periodo orbital corto, y que es capaz de dar la vuelta alrededor de su sol en sólo unos días.
Además, AU Mic b se encuentra, en promedio, a una distancia aproximadamente 20 veces más cerca de su estrella que la Tierra del Sol. AU Mic b es un planeta con una masa aproximada de 3 veces la masa de Neptuno. A este tipo de planetas se le conoce como “Neptunos calientes”.
AU Mic es un sistema “joven”, tanto que aún tiene un disco de “escombros” orbitando alrededor de la estrella central y un par de planetas inmersos en el mismo.
La edad de la estrella es de 23 millones de años, y está relativamente cerca de la Tierra; se ubica a aproximadamente 35 años luz. Como queda “al lado”, se puede observar con detenimiento y mayor precisión que otras estrellas más alejadas.
Las enanas rojas son el tipo de estrella más pequeño que existe, señala el investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, Joel Sánchez Bermúdez.
Refiere que si fueran de menor tamaño serían enanas marrones, un tipo de cuerpo celeste mayor que un planeta pero que no mantiene reacciones termonucleares de su núcleo, aunque sí emite radiación, principalmente infrarroja.
Asimismo, tienen de 10 a 50 por ciento de la masa del Sol; se calcula que cerca de 70 por ciento de las estrellas en el Universo son de ese tipo.
“Mientras más pequeñas son las estrellas, estas son más fáciles de formar y entonces hay muchos más soles de masas bajas, que masivos”, comenta el científico.
Son relativamente frías: su temperatura superficial va de los tres mil 500 a los cuatro mil grados, dos mil menos que nuestro “astro rey”.
El tiempo de vida también varía: mientras el Sol vivirá aproximadamente 10 mil millones de años (va a la mitad de su existencia), las enanas rojas permanecerán mil veces más, del orden de varios billones de años.
Eso significa que, si la edad del Universo es de 15 mil millones de años, ninguna ha muerto hasta ahora, porque no les ha alcanzado el tiempo para consumir toda su energía. La última estrella que se apagará en el Universo será una enana roja, afirma Sánchez Bermúdez. PdC.