Ernesto Sábato nos introduce sin rodeos en la mente perturbada y obsesiva de un protagonista atormentado, Juan Pablo Caster, cuyo análisis minucioso de cada pensamiento y acción lo lleva al borde de la demencia.
El pintor Juan Pablo Caster nos narra los acontecimientos que lo llevaron a perpetrar el asesinato de María, la mujer que veía reflejada en sus obras y cuya presencia se convierte en una obsesión incontrolable.
Cada palabra, cada acción, cada circunstancia, son objeto de un escrutinio obsesivo que transforma a Caster en un individuo violento, agresivo y manipulador.
La historia, de tono oscuro y con un personaje inquietante, nos sumerge en la mente de un ser atormentado por sus propios demonios. La narrativa envolvente atrapa desde las primeras líneas, revelando progresivamente los detalles de un crimen pasional y las motivaciones detrás de él.
La atmósfera sombría y realista de la novela refleja la maestría de Ernesto Sábato para explorar los rincones más oscuros de la psique humana.
A lo largo de “El túnel”, vemos cómo la personalidad de Juan Pablo se transforma, sumiéndolo en un abismo de obsesión y desesperación. La historia nos muestra la realidad de la obsesión amorosa y las consecuencias devastadoras que puede tener en la mente y el alma de un individuo.
“El túnel” es una obra que explora la desesperanza, la desesperación, el dolor y la locura, mostrándonos los rincones más oscuros del ser humano. A través del personaje de Juan Pablo, viajamos a lo más profundo de la mente, atestiguando hasta qué punto somos capaces de llegar cuando nos obsesionamos con alguien y nos aferramos a la idea de no estar solos.
La evolución regresiva del personaje de Juan Pablo es un aspecto destacado de la novela, que rompe con la convención de que los personajes siempre evolucionan hacia adelante.
En lugar de eso, vemos cómo el pintor se sumerge cada vez más en la oscuridad y la desesperación, perdiéndose en sus propias emociones y sentimientos incontrolables.
En resumen, “El túnel” es un texto que nos lleva al rincón más oscuro del ser humano, ofreciéndonos la oportunidad de contrastar nuestras propias obsesiones y demonios internos.
Ernesto Sábato (Rojas, Buenos Aires, 1911 – Santos Lugares, 2011). Hizo su doctorado en física y cursos de filosofía en la Universidad de La Plata, trabajó en radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie, en Francia, y abandonó definitivamente la ciencia en 1945 para dedicarse exclusivamente a la literatura.
Ha escrito varios libros de ensayo sobre el hombre en la crisis de nuestro tiempo y sobre el sentido de la actividad literaria, su autobiografía.
Escritores tan dispares como Camus, Greene y Thomas Mann, como Quasimodo y Piovene, como Gombrowicz y Nadeau han escrito con admiración sobre su obra, que ha obtenido el Premio Cervantes, el Premio Menéndez Pelayo, el Premio Jerusalén y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid. PdC.
Escrito por B. Del Ángel.
