El afecto o cierta familiaridad hacia objetos, robots o a los asistentes virtuales, quizá se deba a la pérdida de la interacción humana, o pueda atribuirse a cuestiones comerciales.
En las culturas orientales, específicamente en Japón, hay una creencia de que los objetos tienen alma y aunque sea a un nivel comercial y minúsculo, ahí estuvieron hace unos años los denominados “Tamagotchis”, o mascotas virtuales.
El titular del Laboratorio de Biorobótica en la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Jesús Savage Carmona, habla de la familiaridad que surge de las personas hacia los robots o asistentes virtuales como “Alexa” y “Siri”, o el ayudante de Google, que la gente les comienza a tomar afecto, incluso les hablan con cierta entonación.
Y es que los humanos siempre han tenido una cierta ensoñación hacia los robots, pese a que en un principio se pensaba que iban a sustituir por completo a las personas.
Jesús Savage señala que más que una sustitución, se espera en un futuro cercano, una relación simbiótica en donde robots y humanos colaboren.
Como es el caso de “Justina” un androide de servicio construida en 2006 en el Laboratorio de Biorobótica de la FI, por el investigador y un grupo de universitarios de diversas generaciones.
Justina en poco más de una década ha competido en todos los rubros del ámbito robótico, en China, Japón, Singapur, Turquía, Holanda, Alemania, Austria, Francia, Brasil, México y en Sídney, Australia.
Cabe destacar que el uso de robots industriales en las fábricas del mundo se ha acelerado a un ritmo considerable.
De acuerdo con el reciente informe de la Federación Internacional de Robótica, del pasado 14 de diciembre, el promedio de densidad a nivel mundial en las manufactureras es de 126 por cada 10 mil empleados.
Esto representa casi el doble que hace cinco años, cuando se registró un promedio de 66 unidades. Por regiones, la densidad promedio en Asia-Australia es de 134 unidades; Europa, 123; y en América, 111. Los cinco países más automatizados son: Corea del Sur, Singapur, Japón, Alemania y Suecia. PdC.