A propósito de la soltería, los jóvenes de hoy cada vez más le huyen al compromiso plasmado y firmado en un documento; sobre todo las mujeres, quienes como antaño, ya no desean casarse o aplazan la maternidad por oportunidades académicas o laborales.
Déjame te platico que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del año 2000 a 2020 el porcentaje de la población casada disminuyó de 49 a 38 por ciento, en contraste con la que vive en unión libre que pasó de 11 a 20 por ciento.
Y los significativos es que más de 50 por ciento de las mexicanas de 20 a 24 años de edad son solteras.
Los números lo corroboran, de 2000 a 2019 la relación divorcios-matrimonios casi se quintuplicó, al pasar de siete a 32 divorcios por cada cien matrimonios.
En la época de nuestros abuelos, la soltería era vista como un estigma; en las mujeres se tomaba como “una quedada”, en los hombres como algo “extraño”, pero así como están los tiempos de hoy dentro de poco lo extraño será estar casado.
Respecto a que las mujeres de hoy cada vez más le piensan en formar una relación y una familia, Verónica Montes de Oca, doctora en Ciencias Sociales con especialidad en Población por El Colegio de México, comenta que esos datos significan apropiación de la libertad por parte de las mujeres.
“Quiere decir que están reflexionando en que el matrimonio no es su única vía para vivir mejor y para tener una compañía. Puede estar reflejándonos diversas formas de vínculos amorosos, que no necesariamente tiene que ver con el matrimonio, y que no tienen que ver con las relaciones tradicionales, que son de tipo patriarcal, en la que muchas mujeres se subsumen”.
Esta soltería elegida, reflexionada, es muestra de la libertad, de que ellas tienen mayor escolaridad, y participan más en el mercado de trabajo.
Los matrimonios ahora ya no duran tanto como antes porque podemos ejercer nuestra autonomía, y decidir parar una relación tóxica, o hay parejas que funcionan mucho mejor separadas que juntas todos los días.
Para vivir una relación de pareja, no tienes que atravesar el matrimonio, ni la reproducción o la formación de una familia en términos tradicionales, además las personas trabajan muchísimo y a veces no tienen tiempo para una vida afectiva, asevera la especialista. PdC.