¿Por qué es importante el trabajo de polinización que realizan las abejas?, sucede que las abejas las relacionamos generalmente con la miel, pero poca atención ponemos a su otra tarea que también es primordial, la de polinizar.
La respuesta nos la da el profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Ricardo Anguiano Báez, quien dice que en el mundo existen más de 20 mil especies de abejas cuya función principal es la polinización, tarea vital para la seguridad alimentaria de la humanidad.
Explica que la polinización se desarrolla desde que el polen deja el estambre de la flor, en el que ha sido generado, hasta que llega al pistilo en el cual germinará para generar frutos y semillas.
Anguiano Báez expone que las abejas están adaptadas para su labor, al estar cubiertas de vellosidades plumosas y fácilmente se impregnan de los granos de polen en busca de néctar.
Al pasar por los órganos femeninos de la flor, van dejando los granos de polen. Tienen una interacción bastante compleja con las plantas; trasladar el polen es su función primordial en el ecosistema.
El académico de la Facultad de Medicina Veterinaria (@FMVZUNAM) comenta que las abejas productoras de miel (Apis mellifera) son las más estudiadas y utilizadas por el ser humano, pero existen más de 20 mil especies.
Cuando hablamos de abejas y de polinización, la melífera es el ejemplo y es la que conocemos, la que está más monitoreada, pero las otras nos deben tener atentos porque son las que van a cumplir estas funciones, principalmente en gran variedad de ecosistemas naturales.
El experto refiere que de las miles de especies solo de cinco a siete por ciento son sociales, las demás son solitarias, así que sus dinámicas de interacción con agroquímicos en campo son diferentes, los patógenos también son distintos. Solo los virus son homogéneos a los tipos de abejas. “Por eso es fundamental conocer y estudiar a otras”.
Como ven, la acción de polinizar de las abejas son de vital importancia para que la humanidad tengamos seguros nuestros alimentos, por eso cuando se habla sobre que su población disminuye, los expertos y todos nosotros nos deberíamos poner a temblar.
El académico recuerda que en 2006 hubo un fenómeno conocido como el Síndrome del Colapso de las Colonias. Llamó la atención porque en Estados Unidos y en algunas partes de Europa causó pérdidas de hasta 90 por ciento de las colonias de productores apícolas; nunca se pudo determinar una causa exacta.
En el vecino país del norte se manejó la hipótesis de un virus en combinación con Varroa, y en el viejo continente se lo adjudicaron a un tipo de agroquímico plaguicida.
“Desde entonces hay regiones que presentan caídas muy fuertes y creemos se debe a la combinación de varios factores. Actualmente entre apicultores de Ontario, Canadá, se presentan pérdidas invernales arriba del 80 por ciento”, alerta.
“Desde el fenómeno de colapso de las colmenas se puso mucha atención en las abejas, antes no se ponía atención en el papel fundamental que tienen. Hoy todos tenemos una noción de que las abejas son importantes. Antes en nuestra región les teníamos miedo por el proceso de africanización que vivimos en los ochenta y noventa”.
Es importante que más de 20 mil especies de abejas en nuestro planeta cumplen esa función de polinización y que las debemos proteger.
Como ciudadanos, el académico de la FMVZ recomienda tener prácticas menos agresivas con el medio ambiente, aprovechar los recursos que tenemos, utilizarlos y reducir la generación de basura.
“Podemos favorecer la vegetación de nuestro entorno. Hay flores muy universales para las abejas como la lavanda, pero necesitamos analizar en nuestras regiones cuáles son las flores propias de la región y tratar de tenerlas en nuestros jardines para que las abejas nativas tengan recursos”. PdC.