La viruela del mono, una enfermedad que pocos conocían y muchos desconocíamos, nos tiene preocupados porque cada vez se registran casos en humanos. Sin embargo la historia nos indica que no es la primera vez que se detecta esta viruela en seres humanos. Hace 52 años fue.
La viruela del mono se detectó por primera vez en los seres humanos en 1970 en la República Democrática del Congo, recuerda el experto del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Francisco Monroy López.
Pero en las últimas semanas, la viruela del mono causada por un virus que tiene origen en los animales y se transmite al humano, ha tenido una expansión sin precedentes en Europa y América del Norte.
El experto universitario explica que la viruela considerada una zoonosis, se trata de una de muchas que se comparten con los animales, y aunque se le llama del mono, en realidad los hospederos principales No son los primates, sino diferentes especies de roedores silvestres, como ratones y ardillas endémicos del centro de África: en Congo y Nigeria se han dado la mayoría de casos.
Refiere que hace algunos años había brotes ocasionales fuera del continente negro, todos originados por personas que viajaban a zonas endémicas y se enfermaban de regreso a su país.
Ahora, en cambio, se ha demostrado la presencia de ese mal en personas que no se han trasladado a territorio africano; “se busca el punto focal, dónde pudieron haberse infectado a partir, probablemente, de otras personas”.
De mil personas que se llegaran a infectar con el virus, 100 llegarían a manifestar síntomas entre ocho y 14 días después del contagio (entre ellos, dolores musculares, fiebre y erupciones en la piel) y, de ellas, dos o tres podrían morir.
Aunque señala el especialista que todo depende de qué tan oportunamente soliciten y reciban atención médica, y de sus condiciones de salud, aunque los menores de 16 años parecen ser más susceptibles.
Refiere que los signos pueden durar dos o tres semanas, dependiendo de las condiciones inmunológicas de cada paciente.
Seguramente el control de la enfermedad tendrá un manejo preventivo que incluya vacunación; el tratamiento consistiría en mantener en aislamiento a los pacientes, reforzar su sistema inmunológico y aplicación de antivirales existentes, señala Monroy López. PdC.