La siesta es un periodo de sueño, generalmente corto, con el propósito de descansar y reunir energías para el resto de la jornada del día o para resistir una noche larga, pero cuidado porque así como tiene sus beneficios, también sus desventajas.
Una siesta no debe durar más de 20 minutos. Si duermes más, entrarás en sueño profundo lo que te hará sentir aturdido o desorientado. Y es que ésta no es para todos; no para aquellos que tienen problemas para dormir durante la noche.
En la mayoría de los casos, las siestas cortas generalmente no afectan la calidad del sueño durante la noche. Pero si ya tienes insomnio o mala calidad del sueño en la noche, dormir la siesta podría empeorar estos problemas.
Las siestas largas o frecuentes pueden interferir con el sueño nocturno, de acuerdo a información publicada en el sitio de Mayo Clinic.
Ahora, si tienes una necesidad recurrente por tomar siestas, lo mejor sería consultar al médico ya que podría tratarse de algún medicamento, de un trastorno del sueño o afección médica que interrumpe las horas de sueño nocturno.
Si no tienes ningún problema de este tipo, entonces si eres candidato para tomar una siesta. A los adultos sanos les proporciona relajación, menor fatiga, estado de alerta intenso, mejor humor y desempeño, tiempo de reacción más rápido y memoria más aguda.
¿En qué momento tomar una siesta? Sientes fatiga repentina o somnolencia inesperada o si estás a punto de perder horas de sueño, por ejemplo, debido a un turno de trabajo largo.
¿Cómo aprovechar al máximo el periodo de sueño?
Como ya lo comentamos, periodos de solo 10 o 20 minutos. Cuanto más tiempo duermas la siesta, más probable es que te sientas atontando después. Sin embargo, los adultos jóvenes podrían tolerar siestas más largas.
Si puedes dormir antes de las tres de la tarde, de lo contrario puede interferir con el sueño nocturno. Los factores individuales, como tu necesidad de dormir, tus horarios de sueño, tu edad y el uso de medicamentos, también pueden ser importantes para determinar la mejor hora del día para dormir la siesta.
Y lo más importante, dormir en un lugar tranquilo y oscuro, con una temperatura ambiente cómoda y pocas distracciones.
Después de la siesta, date tiempo para despertarte antes de reanudar las actividades, en especial aquellas que requieren una respuesta rápida o aguda.
Más beneficios…
Si te animas, lee lo que puede hacer una siesta por ti: un descanso adecuado te ayuda a mantenerte más joven y echar la siesta disminuye el riesgo de ataque al corazón e infarto. PdC.
Foto de Miriam Alonso.