En México y en países del mundo hay una gran necesidad de tejido corneal, éste es el primero enlistado en los registros de espera para un trasplante y desafortunadamente existen más de cuatro mil pacientes en espera de una córnea.
“Está documentado que solo un paciente de cada 70 que lo requieren, está en lista de espera. Tenemos una necesidad imperiosa de obtener córneas y apoyar a esos pacientes”, señala Karla Verdiguel Sotelo, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
Hay más de cuatro mil personas en espera de un trasplante de forma ordinaria, pero también hay quienes, ante una urgencia, dependen del tejido para salvaguardar el globo ocular.
“Hoy es un problema prioritario de salud. Se necesita no sólo capacitar a la gente, sino que esté distribuida en todo el país para que ante una donación positiva o aceptada por los familiares de una persona que muere, se concrete”, menciona la experta.
Antes, los oftalmólogos eran los únicos capacitados para recuperar las córneas de donantes cadavéricos, pero a partir de 2015 se generaron estrategias para incrementar la donación local, como la capacitación de técnicos, optometristas o biólogos.
La especialista abunda que anteriormente ese proceso se realizaba en el Instituto de Ciencias Forenses, pero con limitantes de tiempos y cadáveres, y en grupos reducidos. Sin embargo, no era suficiente para los programas de donación en el país.
Por ello es que gracias al desarrollo del simulador quirúrgico híbrido, para el entrenamiento de personal de salud que participa en el proceso de donación de córneas, se podrá lograr la autosuficiencia a escala nacional de ese tejido que hoy debe importarse en casi 50 por ciento.
La innovación, denominada LIMBOSIM®, podría ser un parteaguas porque significaría la disminución de costos, ya que por una córnea importada se pagan más de 80 mil pesos, y no todos los receptores tienen la posibilidad de cubrir esa cuota.
El proyecto, ganador del segundo lugar del Premio Santander X México (2022), en la categoría Acelera, permitirá lograr a corto plazo una capacitación nacional y masiva, y así tener más “córneas de mexicanos para mexicanos”.
Con el simulador, desarrollado por un equipo multidisciplinario e interinstitucional liderado por docentes de la UNAM, se podrá llegar a cada estado y de manera constante, como se requiere en la donación; “alcanzaríamos a más alumnos en menos tiempo”, aseveró Karla Verdiguel.
Además, recalcó, con LIMBOSIM® hemos explorado la posibilidad de capacitar a cirujanos para que realicen trasplantes. Con algunas modificaciones al primer modelo, se estaría ampliando la capacidad del simulador; “ya estamos en eso”. Así se evitaría que el personal tenga que capacitarse en el extranjero, como ocurría hace años.
Hace 20 años, recordó la universitaria, hacíamos 10 o 15 trasplantes por año; hoy son 15 por semana. El crecimiento ha sido exponencial; sin embargo, somos un pequeño grupo los encargados de efectuarlos. “Hay hospitales que tienen ocho años en espera de beneficiar a un paciente; si este modelo se replica en los diferentes institutos y estados, será de gran beneficio para los pacientes”, que van de 0 a más de 90 años.
El simulador se desarrolló con la colaboración del profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Sergio Teodoro Vite; de Karla Verdiguel Sotelo, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y entonces presidenta de la Asociación Mexicana de Bancos de Tejidos Oculares.
Así como de Ariana Cerón Apipilhuasco, directora del Centro de Simulación para la Excelencia Clínica y Quirúrgica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); a Efrén Huitrón Peralta, encargado del área de realidad virtual de esa instancia; además de Juan Salvador Pérez Lomelí y Luis Miguel Vidal Flores, de la UNAM. PdC.