Una mente más abierta y preparada, vivir en un ambiente multicultural, perfeccionamiento de otro idioma y desarrollar el potencial académico y social, son algunos de los beneficios que adquieren los niños y los adolescentes al realizar sus estudios en Canadá.
De los 30 mil mexicanos que realizarán este año estudios en ese país, 18 por ciento serán menores de edad, es decir, que para este año habrá unos 10 mil niños y adolescentes realizando estudios o campamentos de verano.
Ello, debido a que Canadá se fortalece como una de las principales opciones de estudio en el extranjero para los menores de edad.
De acuerdo a CLASS Education, los menores de edad que realizan algún tipo de actividad de estudio fuera de México conforman cerca del 17.5 por ciento de los mexicanos que estudian en el extranjero.
Siendo ese país una de las primeras opciones de estudio tanto para adolescentes, como para niños entre ocho y 12 años de edad,
Los padres de familia que envían a sus hijos a Canadá toman esa decisión, conjuntamente con ellos, debido a una diversidad de factores, como la seguridad que presenta en todos los sentidos, pues ahí no existe la inseguridad pública, señala Bruno Perrón, presidente de CLASS Education.
A lo anterior se suma el elemento más importante: la calidad educativa que presentan las instituciones educativas canadienses (cuarto a nivel mundial de los países que conforman la OCDE), y el precio que ofrecen, el cual es mucho menor que sus homólogas en Estados Unidos o en los países europeos, refiere.
Explica que se está abriendo una gran oportunidad para miles de familias mexicanas que anteriormente no contemplaban estas opciones educativas y de vida para sus hijos.
“Todos los padres de familia quieren lo mejor para sus hijos y el hecho de darles la oportunidad para que vivan temporalmente la experiencia de estar en una sociedad completamente segura es invaluable. Los padres que mandan a sus hijos a Canadá, también quieren fortalecer no sólo su vida académica, sino lo social y darles el sentido de autonomía”.
En este sentido, CLASS Education también ha detectado los siguientes beneficios que adquieren los niños y los adolescentes al vivir la experiencia canadiense:
*Ayuda a tener una mente más abierta y preparada, con más visión y proyección para tu futuro.
*Vivir en un ambiente multicultural.
*Desarrollo de nuevas técnicas de estudio.
*Perfeccionamiento de otro idioma.
*Conocer la cultura de otro país.
*Crecer con sentido de independencia y autonomía.
*Desarrollar el potencial académico y social.
*Hacer amigos de muchas partes del mundo.
Bruno Perrón detalla que CLASS Education trabaja con más de 300 instituciones educativas canadienses de todos los niveles educativos, incluyendo los destinados a menores de edad tanto en High School, campamentos de verano o invierno, en varias ciudades canadienses.
La oferta involucra acompañamiento a menores en todo momento, opciones de alojamiento, asesoría personalizada, y tramitación migratoria, entre muchos más servicios.
“Estudiar en Canadá es una de las experiencias más enriquecedoras que un estudiante puede tener y más si son tan jóvenes; rompen paradigmas, abren su mente y conectan con gente de otras culturas”, concluye. PdC.
Foto de Yan Krukau.
