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La perla, una hermosa joya producto del dolor

Según una creencia, la novia al momento de casarse no debe usar ninguna joya que tenga perlas porque es augurio de llanto; ella sufrirá y habrá muchas lágrimas en su matrimonio.

Uno se pregunta a raíz de qué viene ese mito y quizá sea porque las perlas son producto del dolor, pues éstas nacen de la adversidad. Y es que una perla es tan solo la respuesta de una ostra herida por un grano de arena que invadió su cuerpo.

Comunidad Biológica en su cuenta de Twitter, @Bio_comunidad, explica cómo nacen las perlas.

Describe que cuando un grano de arena logra penetrar de forma accidental en la parte interior de las valvas de la ostra, se activa un mecanismo defensivo que hace que ésta comience a recubrir el grano invasor con miles de capas de nácar. Proceso de defensa que culmina con la creación de una perla.

En el interior de la ostra o molusco, se halla una sustancia conocida como “nácar” que les da a las perlas su brillo. Solamente las ostras heridas son capaces de producir las perlas; las no heridas, no pueden generarlas.

EcologíaVerde, en su sitio electrónico explica que las perlas naturales se forman con la entrada de un cuerpo extraño, ya sea un simple parásito, un pequeño fragmento de concha o un grano de arena en el interior del manto del molusco.

Y el molusco como método de protección natural, cubre la partícula que proviene del exterior con una sustancia llamada nácar, compuesta por carbonato de calcio, materia orgánica y agua.

Lo que significa que las perlas son quistes de nácar que forman los moluscos para aislar un cuerpo extraño que ha entrado en su cuerpo.

Las perlas varían en tamaño, pero rara vez son grandes. No obstante, la perla más grande registrada pesa 34 kilos. Las hay de diferentes tipos, todo depende de su color, forma y de las zonas de donde son recolectadas: de mar, río, blancas, negras, redondas y barrocas.

Las ostras y los mejillones son moluscos que producen perlas, pero para la industria perlera, se usa la ostra, sobre todo la llamada madreperla.

De acuerdo a EcologíaVerde, las perlas usadas para la fabricación de joyas proceden de cultivos de perlas, para lo cual se eligen zonas de agua templada como Vietnam, el Caribe, Australia, Japón o el Golfo Pérsico.

Aunque otros países como China, Indonesia o Polinesia han entrado al mercado del cultivo de ésta.

¿Cómo se cultivan las perlas?

Se cría una gran cantidad de ostras: las larvas de ostra son alimentadas con fitoplancton hasta que se convierten en una ostra pequeña, las que se trasladan al mar y para protegerlas se conservan en jaulas que han sido diseñadas especialmente para ello.

Para garantizar su supervivencia deben estar bajo las condiciones climatológicas idóneas y donde hay suficiente alimento. Si sobreviven durante dos años, quiere decir que estarán listas para la siguiente fase.

Fase de la nucleación: esta es realizada por expertos y primero se introduce en una ostra viva un trozo de manto (secreta nácar) que se ha extraído previamente de otra ostra.

Después se le introduce un cuerpo esférico pequeño. El manto creará un saco de perla alrededor del cuerpo esférico y luego gradualmente secretará capas de nácar para rodearlo.

Devolverlas al agua: una vez que las ostras son nucleadas son devueltas al mar, se colocan en unos paneles de malla para permitir el flujo de agua y plancton.

Recolectar las perlas: los moluscos van formando capas y capas en el quiste para aislar el objeto extraño. Pasado cierto tiempo, ya estarán listas para ser recolectadas.

Formación lenta…

Una vez que las ostras son devueltas al agua con la implantación hecha, pasan tres años y medio hasta que la perla está formada y se puede empezar la cosecha. Por lo tanto, la formación de una perla se trata de un proceso lento.

Aunque las ostras son vigiladas para controlar su entorno, generalmente, más de la mitad mueren antes de realizar la cosecha de las perlas y solo un cinco por ciento es capaz de producir perlas con la calidad deseada.

Cuando se realiza la extracción de las perlas se abre la ostra y con un bisturí cortan la zona donde se encuentra. Por lo general, la mayoría de ostras mueren en el proceso, ya que a veces parten la ostra cuando la perla no es fácil de extraer.

Dolor y más dolor…

El proceso de extracción es doloroso para la ostra debido al corte que se le genera para conseguir la perla, aunque es necesario mencionar que en el momento de la nucleación también se le hace daño a la ostra al introducirle un objeto extraño.

Ya sea de forma natural o a través de su cultivo, una perla es producto del dolor y de acuerdo a EcologíaVerde, la industrialización de ésta ocasiona la muerte de millones de ostras.

Ahora entendemos el porqué del mito de que una novia no debe llevar perlas. PdC.

 Foto de cottonbro studio.

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