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Productos orgánicos: que no nos den gato por liebre

¿Cómo saber si los productos que nos ofrecen como orgánicos realmente lo son? Y es que resulta que lo artesanal o natural no significa que son orgánicos.

No es lo mismo, pues un alimento puede estar elaborado de manera artesanal, hecho en casa, pero los ingredientes utilizados pueden haber sido cultivados con fertilizantes sintéticos o químicos.

Esto viene a colación pues cuando uno va a los supermercados a comprar los víveres, se ha hecho ya muy común ver la sección de productos orgánicos en casi todo: verduras, conservas, carnes, leches, huevos, frutas, granos y semillas…

No cabe duda que la tendencia del consumo de productos orgánicos ha crecido de manera significativa a nivel mundial, pero muchos no sabemos cómo saber que efectivamente lo son.

Pero ¿por qué la duda?, es que buscando aquí y allá, nos enteramos que no todos los productos agrícolas cumplen con los estándares de serlo. No debemos confundir lo orgánico con lo natural.

Por ejemplo, los productos hidropónicos que en lugar de crecer en el suelo lo hacen en soluciones minerales disueltas en agua con soluciones químicas, ciertamente son limpios, pero las formulaciones que se aplican al agua contienen fertilizantes sintéticos, por lo que el producto deja de ser orgánico.

La agricultura orgánica utiliza nutrientes orgánicos para sus cultivos, ya que existen fertilizantes de este tipo en todo el planeta, con la finalidad de que estos cumplan con la calidad y el tamaño igual a los productos de las industrias agrícolas tradicionales.

Entonces… ¿Cómo reconocer un producto orgánico?

Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), los productos orgánicos certificados son aquellos que se producen, almacenan, elaboran, manipulan y comercializan sin perjudicar al medio ambiente.

Es por ello que, todo producto orgánico debe tener un sello que diga que es orgánico en la etiqueta, emitido o autorizado por organismos especializados que conceden esta etiqueta, la cual garantiza que el producto es libre de pesticidas, químicos o sintéticos.

Hay varias certificaciones dependiendo de cada país: 100% Certificado Orgánico, Certificado Orgánico, USDA Organic en USA, Bio en Europa.

Productos procesados como mermeladas, jaleas o mieles deben certificar su proceso como orgánico, es decir, no solo basta con que los ingredientes sean orgánicos, sino que también lo sea el proceso porque existen productos que se venden, sin sello y afirman ser artesanales.

Y “ojo”, “artesanal” no es igual a orgánico. Artesanal solo quiere decir que está hecho en pequeños lotes o lo que se conoce en Estados Unidos como “small batch” hecho a mano.

Y bueno para tener la certeza que estamos adquiriendo un producto orgánico, debemos buscar la etiqueta emitida por un organismo que lo avala. PdC. 

 Foto de Mark Stebnicki.

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