CDMX, Octubre 16/23.- Imaginar que una máquina pudiera hacer todo lo que un humano hace, solo podía pensarse como la trama de una película de ciencia ficción, pero poco a poco han ido ganando terreno en el día a día de la dinámica humana.
¿Hasta qué punto las máquinas pueden desplazar la mano del hombre?, era la pregunta que generaciones atrás se hacían cuando se creó la primera.
Siglos después sigue más vigente este cuestionamiento, pero con una respuesta más precisa…
Más del 50 por ciento del trabajo que se realiza en México es proclive a la automatización, es decir, máquinas y robots podrían llevar a cabo la labor de estas personas debido a los avances de la inteligencia artificial (IA), considera el secretario Académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, José Manuel Márquez Estrada.
Las personas serían reemplazadas principalmente en los sectores de la construcción y extracción; agricultura; pesca; silvicultura; transporte; movimiento de materiales; además de limpieza y mantenimiento. Ocupaciones con mayor riesgo de automatización.
Además, apoyo al cuidado de la salud; atención y servicio personal; soporte administrativo y de oficina, considera la especialista en Economía de la Innovación y Desarrollo, Delia Margarita Vergara Reyes.
Asimismo, las relacionadas con el arte, diseño, entretenimiento, deportes y los medios de comunicación. Las de menor impacto son operaciones legales; las relacionadas con gestión; así como las de servicio comunitario y social.
“Serán puestos de trabajo que antes se consideraban inmunes a la automatización, que no se contemplaba que a través de la IA se pudieran sustituir ocupaciones relacionadas con la medicina o actividades jurídicas, que normalmente requieren mucho tiempo de formación”.
Estamos hablando de que no solo reemplazará tareas rutinarias de fuerza de trabajo no calificada, ahora además afectará a otros campos, lo que propiciará desigualdad en los salarios. Solo los que utilicen la inteligencia artificial obtendrán mejores remuneraciones.
No obstante, en un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos elaborado este año se señala que este impacto en el empleo es aún ambiguo, porque se considera que la IA está en etapa inicial.
Lo que podemos anticipar, dice Vergara Reyes, es el aumento del desempleo general y la generación de desempleo tecnológico; por ejemplo, en la industria manufacturera.
“Estamos a la expectativa de qué va a ocurrir, si vendrá esta IA a desplazar a mucha mano de obra o no, o si la solución no es preocuparnos, sino pensar en capacitación, en el uso de estas tecnologías que hagan el trabajo más eficiente”, señala José Manuel Márquez Estrada.
El especialista aclara que hay tareas que definitivamente no van a dejar de ser realizadas por humanos, quizá por razones éticas, inclusive de idiosincrasia, por formalidad o trato.
¿Cómo podemos utilizarlas a nuestro favor y cuáles son los límites de su uso?, es lo que debemos desentrañar, se pregunta en el XVIII Seminario de Economía del Trabajo y la Tecnología “Desarrollo de las fuerzas productivas, inteligencia artificial y el futuro del trabajo”. PdC.
Foto de Alex Knight.