*Bacterias, virus y hongos la provocan
CDMX, Noviembre 13/23.- La neumonía es la inflamación de los pulmones como consecuencia de la presencia de microbios; es una infección aguda causada por bacterias, virus u hongos; enfermedad tan frecuente que cualquier persona la puede padecer.
Es una infección grave de los pulmones; los alveolos de los enfermos de neumonía se llenan de pus y líquido lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción de oxígeno.
Este mal se transmite generalmente por contacto directo con personas infectadas. Sus principales causas son:
Virus: adenovirus, rinovirus, gripe e influenza.
Bacterias: estreptococo, estafilococo y neumococo.
Hongos: histoplasma, capsulatum, coccidioides, immitis y blastotomyces dermatitidis.
Aunque las más comunes son las infecciones bacterianas, entre las que destacan las producidas por Streptococcus pneumoniae, y también algunos virus pueden causar formas complicadas de infecciones respiratorias superiores, como el SARS-CoV-2 que provocó la pandemia de la COVID-19.
Jorge Salas Hernández, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM e integrante y exdirector del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, refiere que la neumonía es tan frecuente que millones de personas en todo el mundo se infectan, y algunos miles fallecen.
El cuadro asintomático depende de la situación de cada individuo, por ejemplo en una persona previamente sana provoca síntomas diversos, principalmente respiratorios y de malestar general, entre ellos tos y flemas.
Dependiendo de la extensión del padecimiento se pueden registrar manifestaciones como dificultad para respirar, aceleración de la frecuencia respiratoria y cardiaca o fiebre, en intensidad variable de acuerdo con la gravedad.
Quienes padecen una enfermedad crónica, se pueden exacerbar los síntomas de su padecimiento previo. Por ejemplo, aquellos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) leve, pueden presentar más tos, expectoración y dificultad para respirar; en los diabéticos se descontrola la glucosa, y en los hipertensos la presión arterial.
La mayoría ha padecido cuadros respiratorios agudos, como bronquitis, enfermedad que tiene síntomas similares a la neumonía, es decir, tos, flemas, fiebre o malestar.
La diferencia la hace el diagnóstico de esta última, que además de clínico, es radiológico: una radiografía de tórax muestra una mancha blanca en el pulmón del paciente, la cual significa que esa zona está inflamada debido a la infección. Dicha alteración puede registrarse en una pequeña área, la mitad o en todo el órgano, o en ambos pulmones.
No obstante, pese a la frecuencia con la que se da la neumonía, ésta es curable si el paciente acude con oportunidad al médico e inicia a tiempo el tratamiento.
Para prevenirla “hay que vacunarse y tomar las medidas de cuidados respiratorios. Es una infección tan frecuente que cualquiera la puede padecer, pero algunas personas tienen más riesgo.
Ante cuadros respiratorios como los que se avecinan en la época invernal, lo mejor es acudir al médico”, recomienda el experto. PdC.