La Loca del Gato y otras

Si tu gato reacciona así, no quiere que lo abraces

Por lo que les he contado, ustedes bien saben lo amoroso que ese “demoñio” conocido en el bajo mundo como el “Panzón. ¡No qué barbaridad! es un minino que se deja acariciar, tocar y apapachar a cada rato, ¡cómo no! Cada vez que queremos ser amorosos con él se pone “enfuriado” y nos echa la mirada tres por un cuarto que nos hace temblar.

Pero mi vecina Gaby, que no le tiene temor a la fuerza, llega a la casa ve a Miau y lo toma, apapacha, besuquea, abraza y estruja todo lo que quiere y ¡claro! este minino empieza a hacer su maullido de “déjame humana horrible que ni siquiera vives aquí”…

Mueve la cola en tono amenazador, yo le grito que lo deje, ella entiende y suelta al minino que sale disparado enfurruñado, y me imagino que en su “idioma” gatuno va diciendo: “te odio y solo porque está mi esclava presente no te mato”.

Y a todo esto les comento que, para los michis, los besos y abrazos no tienen el mismo significado que para nosotros, por lo que para ellos no es una muestra de cariño, aunque hay algunos muy acostumbrados a la sociabilización con humanos que pueden sentirse cómodos y a gusto en los brazos de las personas.

Todo ello va a depender del tipo de relación que haya tenido con nosotros y, también, del propio carácter del felino.

Aquí te dejamos algunas señales que te indicarán que el peludo no quiere que le abraces.

En primer lugar, hay que saber que cada pequeño gesto, postura o maullido de un michi nos puede dar a entender qué es lo que quiere o, más bien, qué es lo que le molesta.

Por lo general, un minino acostumbrado a vivir con humanos nunca va a reaccionar, en un primer momento, con arañazos o mordiscos ante una situación incómoda, sino que dará algunas pistas de que no quiere estar en ese lugar.

Orejas hacia atrás 

Una de las muestras más características de que está molesto es cuando pone las orejas hacia atrás. Dicha posición no solo es síntoma de que está enojado, sino que incluso, quiere atacar.

Movimientos rápidos de cola

La cola es otra de las partes del cuerpo que nos muestra cómo se siente. Ellos mueven la cola en muchas situaciones diferentes, también en sus interacciones con nosotros, como una forma de comunicarse.

Así, en el caso de coger al minino para darle un abrazo y notar que este comienza rápidamente a agitar la cola, es mejor volver a colocarlo en el suelo. De forma general, los movimientos rápidos del rabo indican agitación, estrés e incomodidad.

Intentos de escapar

Una de las señas más claras de que no quiere estar en nuestros brazos son sus movimientos para intentar escapar. Si comienzan a intentar zafarse o se revuelven en los brazos, lo mejor es dejarles de nuevo en el suelo y respetar su espacio.

Estos movimientos suelen ir acompañados de maullidos, que son más altos y fuertes de lo habitual.

Ya saben si no quieren morir o perder alguna parte de su hermoso cuerpo no pongamos a nuestro minino es situaciones que los hacen sentir mal.

Con el tema de Sr. Miau a pesar de que “Gambriela” lo abraza cada vez que lo ve, creo que ha ayudado un poco a que el peludo acepte mejor nuestros mimos.

Claro que en verdad prefiero que lo deje vivir en paz en la comodidad de su castillo con sus esclavos sirviéndole en todo momento.

Pero… los dejo, ya llegó “Gambriela” y ya escuché a Sr. Miau empezar a maullar en el tono de “déjame o te mato”.  ¡Gabriela deja en paz a Sr. Miau, no lo alteres!, bueno me voy porque no quiero que corra sangre en mi casa.

“Los perros vienen cuando se les llama; los gatos reciben el mensaje y te atienden después.” – María Bly.

Como siempre, te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Fuente: eleconomista.es

Foto de Gajoroma Rio. 

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