¿Cuántas veces te has cambiado de departamento o cuántas veces tuviste que rentar antes de comprar tu casa? Todos, mínimo tres veces hemos pasado por esa aventura que significa rentar un lugar para vivir; una aventura que muchas veces no resulta nada fácil pero sí muy desgastante.
Si estás por cambiarte de casa o lo estás pensando todavía, te compartimos los aspectos a tomar en cuenta para rentar ya sea en la Ciudad de México o en cualquier otra ciudad del país.
De acuerdo a Sergio León, Director de Estrategia Comercial y Marketing en Levy Holding, ésta es una guía de cuestiones a considerar a la hora de decidirte a hacerlo.
Define tus necesidades: Antes de comenzar la búsqueda, es esencial definir tus requisitos. Determina tu presupuesto mensual, la ubicación deseada y las características específicas que necesitas como número de habitaciones, baños, y servicios adicionales.
Búsqueda de opciones: Utiliza plataformas en línea como HEI Realtor, el portal de compraventa del grupo inmobiliario Levy Holding, quienes pueden facilitar el proceso de búsqueda, planificación y alquiler de un inmueble.
Visita y evaluación de propiedades: Agenda citas para visitar las propiedades de tu interés. Evalúa el estado general de la propiedad, los servicios disponibles y la seguridad de la zona. Pregunta sobre costos adicionales como cuotas de mantenimiento.
Negociación del contrato: Una vez que hayas seleccionado una propiedad, negocia los términos del contrato de arrendamiento, incluyendo el precio de la renta. Considera el plazo de renta, si planeas quedarte más de un año, negocia con el propietario un contrato más largo con incrementos de renta estipulados desde el inicio. Esto evita renegociaciones anuales y la incertidumbre sobre la renovación.
Revisión del contrato: Antes de firmar el contrato, revisa detenidamente todos los términos acordados, incluyendo la duración del arrendamiento, el monto de la renta, depósito de seguridad, y responsabilidades de mantenimiento.
Firma del contrato y pagos iniciales: Firma el contrato de arrendamiento junto con el propietario o la agencia inmobiliaria. Por lo general, se requiere un depósito de seguridad equivalente a uno o dos meses de renta, así como el pago del primer mes de renta.
Preparativos para la mudanza: Coordina la mudanza asegurándote de que todos los servicios (agua, luz, gas, internet) estén activos y transferidos a tu nombre según sea necesario.
Cumplimiento del contrato: Una vez instalado en tu nuevo hogar, asegúrate de cumplir con todas las cláusulas del contrato, como el pago puntual de la renta y el mantenimiento adecuado de la propiedad.
Renovación o terminación del contrato: Si deseas renovar el contrato al final del período acordado, comunícalo con anticipación al propietario. Si decides mudarte al término del contrato, notifícalo según los términos establecidos para asegurar una transición sin problemas.
Compra de propiedad: Con el incremento de los precios de renta, la compra de vivienda se vuelve una opción cada vez más atractiva. Puedes obtener un crédito hipotecario que financie entre el 50% y el 90% del valor de la propiedad.
Además, existen opciones de créditos hipotecarios no solo para parejas, sino también para amigos y familiares, permitiendo compartir los costos y facilitar la adquisición de una vivienda propia.
Así que no olvides tomar en consideración estos puntos si estás por rentar o lo vas a hacer, ya que de ello dependerá tu bienestar, el que se reflejará en tu calidad de vida. Recuerda lo importante que es encontrar un hogar que se ajuste a las necesidades y a tu presupuesto. PdC.
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