La Loca del Gato y otras

¡Cómo que no me haces caso!

Mis queridos amigos no sé si les ha pasado que en ocasiones ustedes están amablemente llamando a esa hermosa bola de pelos que tienen en casa y ese condenado o condenada, como diría mi abuelita, “pos no más” no hace caso.

“Tons” hay que ir a buscar o ver a dónde anda o qué está haciendo y por qué no nos hace caso; a mí me ha sucedido una que otra vez con Maya o Wera que “namás” no me hacen caso ni porque estoy a punto de quedarme afónica; y con esta intriga que me dio, que empiezo a buscar en Master Google y me encontré información interesante en farodevigo.es de un entrenador que me gustaría compartirles.

Ya todos sabemos que esos lindos lomitos son los reyes del hogar, claro siempre y cuando no haya un michi.  Pero, aunque estemos acostumbrados a su presencia, no siempre sabemos cómo relacionarnos con ellos.

Uno de los problemas más comunes que podemos tener como miembros de una manada es que estos ingratos no nos “pelen” cuando los llamamos. Esto puede ser peligroso sobre todo cuando salimos a paseos y soltamos a ese peludo desobediente y nos confiamos de que la “inocente” criatura nos va a obedecer al momento de llamarlo en caso de algún peligro, o porque vemos un perro, o sencillamente porque ya queremos regresar a casa.

Pero no sufran aquí les van algunos consejitos que nos pueden ayudar con ese lomito rebelde que se hace el sordo cuando lo llamamos. De acuerdo con lo que dice el experto, Alejandro Mengual adiestrador canino, “si ese peludo se hace el sordo cuando lo llamas, aplica estos consejitos, claro que él te escucha, pero no le da la gana venir”.

El primer consejo es llamarlo “de forma efusiva y motivadora, con buena actitud”. Él explica que alarga el nombre del lomito para que así le llame más la atención.

Otra recomendación es caminar hacia atrás mientras decimos su nombre: “De esta forma, por naturaleza, el perro tendrá predisposición a seguirte”.

Por último, “una vez llegue a ti, dile “muy bien” y la orden mientras le das muchos trocitos de premios de forma continua durante unos 10 o 15 segundos”. Mengual explica que el refuerzo positivo al peludo favorecerá que haga más caso la próxima vez.

“Y, sobre todo, recuerda empezar siempre de forma progresiva, en un entorno neutral donde no haya distracciones, para que de esta forma no falle”, concluye el experto.

Bueno ya con estos consejos podemos estar más seguros de que estos pillos si nos harán caso.

Claro! que cuando estoy en casa y llamo a esas peludas rebeldes, la mejor forma de que lleguen a mí es hacer ruido con una bolsa… Y por supuesto que corren a mi lado como de que no si eso indica un bocadito que no estaba contemplado en el día y que podría ser un jitomatito, sandía, piña, una galletita o cualquier cosa que para sus boquitas ansiosas les agrade.

Pero… a veces solo es un pequeño engaño para que las pueda poner a hacer ejercicio en la caminadora para que conserven esa figura escultural que… bueno, todavía no tienen, pero que van en camino de conseguir. Eso sí, cuando terminan su caminata, reciben su premio por ser excelentes chiquillas.

Los dejo porque les toca su media hora de ejercicio y ahorita vamos con la bolsita y a agarrar a la primera que llegue “Maya, Wera vengan”.

“Un perro no juzga, no critica, simplemente te ama tal y como eres, con todas tus imperfecciones.”

Como siempre, te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Foto de Ar Kay.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar