Basta ya con la idea errónea respectó a que los animales no sienten y que los seres humanos por ser superiores podemos disponer de sus vidas.
Los seres humanos somos parte del reino animal, pero hemos adoptado una postura de privilegio frente a las demás especies, por la sola idea de que somos los únicos seres racionales, señala el especialista en Zooética del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Jafet Gino Quintero Venegas.
Esa postura antropocéntrica, denominada Especismo, es una forma de discriminación hacia los otros animales por el simple hecho de no ser humano. Se trata de la discriminación más terrible de la historia porque ha asesinado a más seres vivos que ninguna otra.
En el mundo occidental, por lo menos desde hace 25 siglos con Pitágoras, ya se hablaba de la protección a los animales. El filósofo griego decía que no había nada más inmoral que quitarle la vida a un ser, sin que este cumpliera su ciclo natural, señala el especialista.
La primera situación que derrumba el hecho de que los otros animales no son seres racionales ocurrió en julio de 2012, cuando se signó la Declaración de la Conciencia de Cambridge, en la cual se acepta que las demás especies del reino animal al tener un sistema nervioso central “son autoconscientes de su dolor y placer”, y que deberíamos replantear las relaciones con ellos.
“El cerdo que está confinado sabe que está sufriendo; lo mismo la ratita que está en el laboratorio, son conscientes de sí mismos. Con esta declaración se empezaron a condenar una serie de prácticas hechas a lo largo de la historia, porque desde siglos atrás la ciencia nunca había establecido que esto era negativo, aunque la Filosofía lo había hecho por lo menos 25 años atrás”, detalla.
El investigador del IIS, quien también cuenta con una estancia posdoctoral en el Programa Universitario de Bioética, de la UNAM, comenta que el Abolicionismo es la corriente que busca la manera de que no haya explotación animal, ni para vestido, transporte, recreación, ni experimentación.
Aunque dice que es muy complejo porque existe una súper estructura económica que ampara esta serie de prácticas.
El también doctor en Geografía por la UNAM estimó que vivimos una serie de crisis ambientales que nos obligan a reflexionar qué tan válido es el modelo de desarrollo económico-social que seguimos como especie, el cual está asociado a la extinción de otras.
Posiblemente en un largo plazo podamos encontrar un mundo o a una sociedad en el que le sea tan indignante ver cómo se maltrata a un perro.
El experto señala que posiblemente eso pueda darse con las generaciones nuevas, las cuales empiezan a conocer este discurso. PdC.