Alegre y cordial, pero no menos pensante, por el contrario, una mujer pionera de las ciencias matemáticas, impulsora de las garantías de las mujeres al realizar estudios universitarios y luchadora por la igualdad. Así fue Manuela Garín Pinillos.
Ella hizo historia en 1943 en las ciencias exactas, siendo una de las primeras en el estudio de las Matemáticas en México. Entre sus contribuciones están los modelos matemáticos de geomagnetismo.
Y en los años 70 los planes de estudio y la escritura de nuevos libros de texto de la Secretaría de Educación Pública; además de haber sido una reformadora de la docencia por sus métodos avanzados de enseñanza de las Matemáticas.
Siempre estuvo muy comprometida con la sociedad, en ayudar a los demás, y por eso participó activamente en movimientos sociales y en la docencia, destaca otra mujer, María Emilia Caballero Acosta, académica del Instituto de Matemáticas de la UNAM.
Manuela Garín nació en Asturias, España, vivió gran parte de su infancia en Cuba, donde a falta de escuela su padre le inculcó el amor por los números y el conocimiento de las ciencias duras. Debido a una crisis económica, junto con su familia viajó a México, en donde vivió la creación de la carrera en Matemáticas en la UNAM.
La académica del Instituto de Matemáticas, Caballero Acosta comenta que a partir de la preparatoria los profesores animaban a los alumnos para que estudiaran Matemáticas, por lo que en los años 30, tres mujeres, incluida Manuela y un hombre, comenzaron y terminaron juntos sus estudios universitarios en esta disciplina, la cual se impartía en la Facultad de Ciencias cuando se ubicaba en el Palacio de Minería.
María Emilia platica que antes se creía que las Matemáticas era sólo para los hombres, de hecho en la década de los 60 se cuestionaba que las mujeres estudiaran esta ciencia.
Cuenta que a ella la llegaron “a criticar por estudiar una carrera que ‘era para hombres’, pero yo les ponía el ejemplo de Manuela, que aunque ella formó una familia salió adelante en su carrera, que había tenido una vida plena y activa”.
Cabe mencionar que estadísticas de la UNAM indican que para 1952, cuando se inauguró Ciudad Universitaria, la población escolar era de 28 mil alumnos, únicamente 17 por ciento de la matrícula de nuevo ingreso eran mujeres. Sin embargo, en el ciclo 2020-2021 fue de 366 mil 930: 177 mil 583 varones, y 189 mil 347 mujeres.
Señala que eso no hubiera sido posible el empuje de Manuela Garín y de otras pioneras que lucharon por el derecho de las mujeres al realizar estudios universitarios y convertirse en profesionistas, y en general por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. PdC.