Lo nuevo siempre causa incertidumbre, miedo. Cuando surgieron las máquinas, las computadoras dábamos por hecho que iban a desplazar la mano del hombre; así sucedió cuando llega el Internet y con éste los correos electrónicos. Se pensó que el correo ordinario iba a desaparecer.
Mientras que el email fue novedad, podemos decir que el correo ordinario se “apagó” por un momento, pues casi todos dejamos de enviar documentos importantes o la sencilla carta personal a los amigos y familiares.
Prueba de ello son los datos que refiere el reporte Number of e-mail users worldwide 2017-2024 de Statista, empresa que ofrece servicios de recopilación, análisis y distribución de datos estadísticos sobre más de 80 mil temas; en el tema que nos ocupa señala que en 2020, el número de usuarios mundiales de correo electrónico ascendió a tres mil 900 millones y prevé que en 2024 aumente a cuatro mil 48 millones.
Sin embargo, tuvo que llegar la pandemia para que el correo ordinario volviera a resurgir y a complementarse con las nuevas formas de comunicación, llámese email, telefonía celular, Zoom, Whatsapp, redes sociales, etc.
Hugo Sánchez Gudiño, académico de la Facultad de Estudios Superiores Aragón (@FESAragonUNAM), considera que la revolución en las comunicaciones generada por las nuevas tecnologías, y dentro de ellas el correo electrónico, afectó al correo físico de manera relativa.
La pandemia impulsó un modelo particular de compra y entrega de mercancías y documentos a partir de una combinación entre el uso de Internet y la mensajería tradicional.
Aunque el correo ordinario no deja de tener su encanto, pues a decir del experto, si bien las nuevas formas brindan la posibilidad de generar un correo que permite mayor interacción de manera instantánea de las personas con sus grupos sociales, las cartas privadas en físico, por ejemplo, siempre tendrán un toque especial, más humano y tangible, pues constituyen una práctica de escritura cada vez menos usual.
En cambio, el correo electrónico, aunque brinda mayor interacción, es rápido, fácil de usar y accesible desde cualquier sitio. Y como todo, siempre hay un pero, es un medio de comunicación demasiado frágil.
“No olvidemos que de estos millones de correos que todos los días circulan en la red, una parte importante de ellos son basura, noticias falsas y, en consecuencia, desinformación”.
Según cifras del Servicio Postal Mexicano (SEPOMEX) de enero a agosto de 2021, esta instancia manejó casi 220 millones de piezas; 191 millones fueron nacionales y 29 millones internacionales.
Ofrece cobertura a 97 por ciento de la población; es decir, atiende a más de 122 millones de habitantes en el territorio nacional, tiene presencia en dos mil 233 municipios (en total hay dos mil 469), con una red de 1,344 oficinas y una fuerza de reparto de más de siete mil carteros.
Con esa infraestructura, SEPOMEX maneja casi un millón de piezas diariamente, las cuales son transportadas a través de su red logística compuesta por más de mil 500 rutas y circuitos postales.
¿Cómo ven? No todo lo nuevo es bueno, ni todo lo viejo es malo, siempre habrá manera de complementarse. PdC.
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