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El mejor regalo: amor, atención y tiempo de calidad

Luego de dos años de pandemia, la mejor forma de celebrar el Día del Niño no es con el juguete más caro o más grande; es con atención, amor, pero sobre todo con una convivencia de calidad. Que los padres los festejen con lo que más les gusta a sus hijos.

Si en casa el dinero es escaso, ¿qué hacer en una fecha que es ineludible para los pequeños?, la respuesta es, convivir con ellos, estar más tiempo con ellos, porque los niños y niñas lo que más desean es estar con sus padres.

La doctora Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios de la Infancia (CEEPI) comenta que el festejo no lo debe regir ni lo económico ni las cosas materiales; porque no es el juguete de moda ni el juego de video, lo que ellos quieren es la compañía de sus padres y de los seres que aman.

Regalar ese día, cantidad y calidad de tiempo; es mejor una visita al parque para jugar en los columpios con mamá y papá que el mejor  de los juguetes. Porque lo importante es crear una atmósfera familiar positiva no obstante las adversidades de la vida o la situación que se vive en el país.

“El conflicto recae en los padres de familia que basan su felicidad en la cuestión material y no en los afectos. Ser papá y mamá es dar y se debe dar tiempo, amor y experiencias”, remarca la experta en psicología infantil.

Los especialistas del Centro de Especialización de Estudios de la Infancia (CEEPI) recomiendan un mayor acercamiento con los hijos, platicar con ellos sobre la situación que se viven en casa.

Si es el caso que los hijos acuden a una escuela privada y los padres se encuentran en crisis económica o han perdido el empleo; si hubo dinero y ahora no, lo mejor es platicar con los hijos para hacerles ver que no tiene nada que ver con el amor y el afecto.

Los expertos sugieren poner en juego la creatividad y énfasis en la edificación de las habilidades afectivas de los hijos. Si los niños son reflexivos y conscientes de la realidad de sus padres no habrá problema y ni frustración.

Comentan que cuando los padres sólo ven el lado negativo de la vida, la situación en casa se complica, porque se entiende que existe un problema de frustración crónica y los hijos absorberán esta dinámica.

Es el principio de la envidia, del rencor y de muchos más problemas emocionales a futuro. En circunstancias como ésta, la creatividad es esencial, los juegos entre padres e hijos son la solución.

Pero sobre todo, señalan los especialistas en psicología de la infancia, lo importante es que los pequeños tengan una niñez feliz, pues de esto dependerá su futuro.

Se puede predecir cómo será una sociedad en el futuro de acuerdo a la infancia que tengan sus niños: niños que no tienen infancia, serán adultos vengativos y resentidos. Sociedad con niños felices, producirán una sociedad basada en la solidaridad y cariño al prójimo. PdC.

Foto de Gustavo Fring en Pexels

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