Hasta hace unos días era baja la probabilidad de que la viruela del mono llegara a América Latina, sin embargo ya se reportó el primer caso en Argentina, por lo que es muy, pero muy importante acudir al médico a los primeros síntomas como malestar, fiebre, dolor de cabeza y de músculos; además de mantenerse en observación si se estuvo de viaje en Europa, así como poner en práctica medidas de seguridad como las adoptadas con la pandemia de la COVID-19.
El primer caso es una persona de 40 años de edad que estuvo en España entre el 22 de abril y el 16 de mayo de este año, país en donde se tenían registradas varias decenas de contagios. Las autoridades sanitarias de Argentina lo confirmaron el día de ayer, viernes, como caso positivo de viruela del mono luego de realizar el diagnóstico etiológico.
Francisco Monroy López, experto del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, en un comunicado externó, apenas hace uno tres días, el riesgo de que esta enfermedad pudiera llegar a nuestro país.
Hasta el momento no se tienen registrados casos en México, pero ya se encuentra en el continente, y como dijera el especialista más que preocuparnos, mejor ocupémonos y pongamos en acción todas las medidas sanitarias aprendidas con el coronavirus.
El experto señala que será importante notificar de inmediato al médico ante cualquier sospecha; además de estar en aislamiento: una cuarentena estricta y el seguimiento de las personas con quienes tuvo contacto el paciente para que también se aíslen.
Quienes viajen a los países donde se han presentado casos, deben tomar precauciones y evitar el contacto con otras personas. Las medidas que aprendimos con la COVID-19 también son válidas para la viruela del mono: usar cubrebocas, lavado de manos y sana distancia.
Debemos considerar que van a seguir surgiendo enfermedades, antiguas o nuevas, que tienen un riesgo potencial de convertirse en pandemia; tres de cada cuatro proceden del mundo animal, alerta el especialista. PdC.
Foto de Polina Tankilevitch